Hermosa trilogía llena de esa ternura y emotividad del primer amor donde la inocencia y candidez arrebatada por los sucesos del destino trágico evocan el dolor de la experiencia vital, contadas con un eximio uso del lenguaje que resalta un inexplorado pícaro sabor andino. Pasajes llenos de dulce nostalgia de los mejores recuerdos que aparecen cual el suave trino de los gorriones del tiempo. En Florecitas de ñawin Pukio y Ya no llores, palomita, un mozo se aproxima al amor espontáneo, pero la imposición económica de un hacendado le arrebata cruelmente ese dulce sentimiento. En De junco y capulí, una mujer, se entrega a un amor exaltado mientras el cielo trazado en su ensueño se esfuma lentamente por la fuerza hostil del ser a quien cree amar.