¿Qué representamos y testimoniamos en la empresa? ¿Podemos hacer de nuestras empresas instituciones humanas, que sirvan a fines humanos, antes que subvertirlos?
La comparación entre la Doctrina Social de la Iglesia y la Business Ethics evidencia que la empresa, como comunidad, implica antes que nada a las personas que participan en ella con todas sus convicciones sociales y religiosas. El desafío es mostrar cómo la responsabilidad ética y una noción no egoísta de riqueza puedan proveer a la empresa de una guía confiable.
Las condiciones ordinarias de trabajo en la empresa son hoy, en muchos lugares, todavía mortificantes e injustas. Será necesario actuar para que estas condiciones de la empresa cambien, involucrando diversas responsabilidades: a nivel de empresa, de relaciones sindicales, de relaciones políticas, etc. Aquí encuentra espacio la inspiración cristiana, al ofrecer estructuras organizativas que permiten el reconocimiento y la toma de responsabilidad por parte de los individuos.