La presente antología contiene textos de cinco libros y un conjunto de poemas inéditos. Necesario silencio para que las hojas conversen ha sido incluido en su totalidad. La razón es simple: se trata de un poema sinfónico, de un texto cíclico, imposible de mutilar. En este canto, que es un homenaje a la madre muerta y un retorno a la arcadia perdida, Medina Sánchez pone en juego todo su andamiaje espiritual y literario, sin dejar ni una sola fisura, demostrando al mismo tiempo su desconcierto, su tortura interna, los dolores propios de quien anhela expresar a cabalidad su mundo subjetivo. Esto va a ocurrir a lo largo de toda su obra, por lo que hay que detenerse brevemente en una primera apreciación: todo el corpus poético de Medina Sánchez oscila entre lo lírico y lo épico. Es más, se siente en cada uno de sus libros el vivo deseo del poeta por desprenderse del ego personal y recuperar un horizonte social, a fin de diluir o darle sentido a su propia existencia. En Necesario silencio... prevalece lo lírico, pero se percibe una voluntad épica que hace oscilar el verso entre la ternura y la expresión torva y coloquial. (200)