Prestigioso arqueólogo y estudioso del pasado peruano, el autor, con mucha perspicacia, nos previene que es muy probable que nunca se sepa cuál fue el verdadero propósito que tuvieron los incas al erigir este gigantesco complejo arquitectónico ubicado en el Cusco. Su hipótesis particular, elocuentemente sustentada, es que dicho sitio arqueológico sirvió como centro administrativo de la producción de productos agrícolas cultivados en andenes ubicados en las faldas y pendientes de cerros andinos. Al mismo tiempo, habría sido un complejo centro ceremonial donde se realizaban rituales en honor del dios del agua y de la diosa de la tierra o Pachamama. Muy aparte de las dos guías turísticas que vienen con el volumen, destacan el excelente material fotográfico, en parte inédito, y la variedad de aspectos sobre nuestro sitio arqueológico más importante que el autor, con lenguaje asequible, es capaz de explicar al público mayoritario. Estamos así frente a un libro de colección que redefine facetas esenciales sobre un tema axial dentro de nuestra cultura. (600)