Once narradores saltan al gramado. La alineación dispuesta por el DT, aunque no exenta de polémica, es esperanzadora. El imprevisible Bellatin suma riesgo y aplomo en el arco. La inteligencia de Iparraguirre y la garra de Galarza confirman una marca implacable. La salida esta asegurada con la capacidad de Benavides para el largo aliento y la gran proyección de Castañeda. Los experimentados Iwasaki y Planas dan seguridad como volantes de contención. La picardía de Roncagliolo logra el desborde por derecha e izquierda, mientras Thays arma el ataque con pases de explosivas consecuencias. Alarcón, puntero sorpresivo, dinamiza la delantera que se complementa con Sumalavía, notable en distancias cortas. Finalmente una selección peruana que consigue unir la contundencia con el juego bonito para éxtasis de graderías. (300)