La ocasión es propicia para reflexionar sobre el camino a seguir en lo que respecta al destino político de la nación peruana, escudriñando en el pasado con la finalidad de no repetir errores en el futuro y de implementar las medidas necesarias y suficientes como para salir de los problemas que agobian al país.

El reto de ahora es pasar de la democracia formalmente existente a la democracia sustancial, en donde sea una realidad cotidiana la igualdad de oportunidades de las personas en el acceso al trabajo y a la educación, y en donde sea una política oficial de Estado, el reconocimiento del mérito en base a los talentos de la persona, sin discriminación negativa de ninguna clase por motivos de rza, sexo, extracción solical, condición económica, etc. IGV