El 23 de mayo de 1923, miles de estudiantes y obreros, católicos y no católicos, se desplazaron por las calles céntricas de la ciudad para protestar contra la pretensión del presidente Leguía y del arzobispo de Lima, monseñor Lissón, de consagrar el Perú al Corazón de Jesús. Los manifestantes se enfrentaron con las fuerzas del orden, muriendo un estudiante, un obrero y tres policías. En la noche, los jóvenes retiraron los cadáveres de la morgue para velarlos en la Universidad de San Marcos y el 25 de mayo una multitud, que incluyó al rector, decanos y la plana docente acompañó al cortejo fúnebre.

Siete años más tarde, en 1931, los personajes centrales de ese episodio, fueron cruelmente reprimidos por el dictador Sánchez Cerro: el derrocado presidente Leguía fue procesado por un tribunal no competente y vejado en una cárcel hasta su muerte; monseñor Lissón, acusado de corrupto y removido de su cargo por el Vaticano y Haya de la Torre perseguido y encarcelado.

El autor del libro ha realizado un exhaustivo estudio de esos dramáticos sucesos. Anexa documentos reservados cursados entre el ministro de Relaciones Exteriores y la embajada del Perú en la Santa Sede, con relación al 23 de mayo; y gestiones secretas desarrolladas por el Gobierno y el Vaticano para que el sumo pontífice designe al prelado peruano como el primer cardenal hispanoamericano, y correspondencia entre monseñor Lissón y familiares, narrando su entrevista con el papa. Asimismo, reproduce declaraciones de testigos de los enfrentamientos entre estudiantes y gendarmes y recortes de prensa de la época.