Jorge Escalante apunta directamente contra el fetichismo filosófico, para presentar la filosofía peruana en conexión con el capitalismo dependiente que va desde fines de la guerra con Chile hasta nuestros días. La filosofía es teoría, pero su teorizar no es ajeno a la reflexión sobre la praxis social. Se trata de una reflexión indispensable sobre nuestra tradición filosófica en medio del giro geopolítico hacia un mundo multipolar.