María Teresa Grillo hace de sus personajes, seres maravillosos, para ello se rigen del camino que los llevará a realizar acciones que reivindiquen al ser humano.

El antagonismo entre Daniela y Lucía no es más que la eterna metáfora del bien y el mal. Ormuz y Ahrimán siempre en pugna, para que la nobleza de las acciones broten como un géiser de proporciones plenas de dignidad y respeto por el ser humano y sus sueños.