Como pegados a la piel constituye un testimonio de vida que atraviesa las convulsionadas décadas finales del siglo XX, de la casa paterna a los estudios de medicina en la universidad de San Marcos, de los amores juveniles a los retos de la vida conyugal. Los recuerdos se van abriendo paso en la neblina hasta mostrarnos el horror de la violencia política, la crisis económica y el terrorismo. Con una prosa fina y trabajada, la cuarta novela de Ernesto Velit Granda es el relato vívido de su experiencia humana: como profesor fue testigo del advenimiento del PCP-Sendero Luminoso, como médico atendió a las víctimas de los atentados, conoció de cerca el drama de los desaparecidos y él mismo padeció las secuelas de la violencia política. Ninguna de estas experiencias, sin embargo, mermó su capacidad para elaborar una reflexión crítica en torno al conflicto armado interno, su origen, causas y consecuencias. Como pegados a la piel funciona, finalmente, como un catalizador de esas heridas que aún nos cuesta sanar como sociedad y es, además, un llamado de atención para que la historia no se repita.