Debido a la terrible hambruna que azotaba el pueblo de Pallasca, una humilde señora sale en busca de alimentos para sus hijos. Tras una larga caminata, encuentra un túnel. Al final de este descubre una misteriosa pero bella ciudadela cuyos diminutos habitantes solo se dejan ver cada cierto tiempo, y, cuando esto sucede, estos pequeños, tiernos y simpatiquísimos personajes salvan a las personas de morir de hambre. Al inicio, la señora sintió temor, pero luego la hospitalidad de los enanos la hicieron sentirse muy a gusto. Gracias a la ayuda de los enanitos, quienes le obsequiaron abundantes alimentos, la señora pudo salvar a su pueblo.