Tras un trabajo de campo paciente y largo, Rosalind Gow y Bernabé Condori presentan esta importante selección de cuentos, que sin duda es uno de sus grandes méritos. Los relatos populares que se recolectaron nos hablan de la vida cotidiana de Pinchimuro, de sus dioses y demonios, de sus trabajos y fiestas, de sus alegrías y tristezas, de la riqueza y pobreza. Con un lenguaje límpido y sin adornos, la palabra del hombre de Pinchimuro llega hasta nosotros con la frescura de todo lo que es testimonio vivo, expresión cabal de los sentimientos de un pueblo, de su manera de ser, pensar y actuar.