El texto analiza el movimiento campesino del valle de Chancay. En él se expone con detalle las causas y consecuencias del surgimiento y desarrollo de los sindicatos, la manera como el sistema de hacienda los incorporó y neutralizó y la respuesta campesina ante los cambios que actualmente se operan en la sociedad nacional. En sus inicios, la organización sindical agrupó a peones y yanaconas y fue dirigida por los anarcosindicalistas primero y los apristas después. Más adelante, restringida solamente a los peones, mientras el liderazgo era disputado por comunistas y apristas, con predominio de los últimos. Al margen de ello, la acción de los sindicatos tuvo como denominador común una meta estrictamente reivindicativa, a diferencia de las organizaciones campesinas serranas que luchaban por la propiedad de la tierra, desafiando la estructura de dominación tradicional. La Reforma Agraria, al poner fin al sistema de hacienda, modifica este comportamiento y desata la lucha por la tierra. Al mismo tiempo, la tradicional sujeción a partidos políticos se rompe, la dirigencia tradicional es desplazada y aparecen formas inéditas de acción, que en el valle configuran un nuevo estilo de movilización. Los sindicatos se convierten en actores principales del proceso de reforma agraria y mantienen su presencia en la nueva organización cooperativista. Como corolario surgen dos alternativas de orientación política. Una que acepta el nuevo rol del Estado y adopta una posición de apoyo y otra que al cuestionarlo se ubica en una perspectiva clasista.