El autor afirma que los cambios que expresa la profunda crisis de la economía peruana iniciada en 1975 se inscriben en la misma línea de creciente integración a la economía norteamericana, en cuyo marco se presentaron también las anteriores crisis peruanas. “Lo prueba la forma en que fuimos siendo asimilados como un apéndice cada vez más inserto en la cola del imperialismo norteamericano, en el largo plazo… Pero ¿cómo es que hemos llegado a esta situación?, ¿cuáles son los antecedentes que explican que hayamos caído en el abismo en el que nos hallamos? Son precisamente esos problemas los que trataremos de explicar en las páginas siguientes…” (180)