
Llevado de gran entusiasmo patriótico, acepté el cargo de corresponsal de El Diario Español de Buenos Aires en Lima, fundando en seguida en las columnas de dicho diario, una sección titulada «España en el Perú: Galería de personajes ilustres peruanos amigos de España, y españoles distinguidos radicados en el Perú, amigos de esta república». El fin que me propuse, no fue otro sino el de estrechar aun más, si es posible, no solo la simpatía de los peruanos hacia España, mi patria, sino especialmente hacer despertar en los corazones peruanos la cantidad de sangre española que circula por sus venas de la que dan prueba de ello en todas las manifestaciones públicas, por su virilidad, entereza y rebeldía contra las humillaciones; haciendo a la vez revivir en los corazones españoles su tradicional cariño hacia el Perú.