Este libro está dividido en dos partes que se interrelacionan como un todo armonioso; la primera absorbe los espacios frecuentes donde se desarrolla una relación "convencional" de pareja. Esta se apropia de un espacio común donde todos podemos comulgar. El encuentro, el desencuentro, el amar sin ser víctima ni victimario de la residual fantasía del amor. En la segunda parte hay un tránsito que permite gozar de las sensaciones vertidas en el poemario. No hay nada seguro a lo que anclarse, pero sí existe un instante en el cual "enredarse". Son sensaciones hechas de palabras. Todo para encaminar la fuga hacia un espacio recóndito, breve, pero duradero a su vez. El instante en la palabra, es una pequeña afrenta que no me acerca al feminismo, sino a una posición propia que detento en base a mi percepción y sensación sobre los sentimientos. (Katherine Medina Rondón)