Las imágenes y paisajes de la época del caucho que se publican son el testimonio objetivo de un capitulo de la historia amazónica que ha dejado heridas aun sin curar. Para que esto suceda, debemos ingresar a los hogares, a los colegios, a las mentes de todos, posesionarnos de ellos y, como los seres del bosque, entender que somos un todo, con la visión cósmica bosquerina que, a mi entender, debería ser la visión de todos los hombres del mundo. Si somos capaces de superar el sentimiento racial que nos separa, entonces seremos capaces de elevar nuestra sociedad hacia un estado cultural superior. (300)