Editorial(es): IIPCIAL
Lugar de publicación: Lima
Año de edición: 2011
Número de páginas: 212
Formato: 20.5 x 14.5
La Era del Conocimiento está naufragando porque nuestra cultura antepone el "tener" al "ser". Por tanto cargamos no sólo con un retraso educativo de treinta años, la indiferencia pública y el lucro privado, sino que el espíritu educativo está enfermo. Para que las reformas educativas no marchen a la deriva se requiere saber qué tipo de sociedad queremos construir. Y esa pregunta está respondida a medias.
Las cualidades del ser humano no son neutras respecto al sistema social y son conformadas en el mundo moderno actual de tres maneras centrales: la que está basada en la competencia, del modelo de libre mercado de los países anglosajones; la basada en la igualdad, del modelo social de mercado de la Unión Europea; y la basada en la solidaridad, del modelo socialista cubano. De modo periférico, los países del Tercer Mundo no reparan en sus propias creaciones y copian mal los modelos capitalistas, socialdemócratas y socialistas generando más distorsión y acentuando los defectos en la formación educativa.
La principal limitación de las propuestas educativas es soslayar el problema del sistema social más adecuado para el modelo pedagógico. Por eso, proponer el desarrollo del pensar investigativo en un sistema social basado en la prepotencia del dinero no lleva a un mejoramiento del ser humano, sino a lo sumo puede alcanzar la formación de élites privilegiadas en lo educativo y en lo cultural, pero no a una verdadera transformación social. (280)