Editorial(es): Universidad Católica San Pablo
Lugar de publicación: Arequipa
Año de edición: 2011
Número de páginas: 254
ISBN: 978-9972-825-
Durante la segunda mitad del siglo XX, las catedrales latinoamericanas abrieron sus fondos archivísticos y maravillaron a investigadores y aficionados con la enorme riqueza musical que guardaban sus muros. Se supo entonces que en dichos lugares, durante trescientos años, o más, se desarrolló una cultura sonora, que si bien reflejaba los usos europeos, pudo crear su propio idioma y adaptarse a las circunstancias de la conquista y la evangelización, en un continente que fue incorporado a la modernidad a marchas forzadas, creando espacios, que hasta entonces habían pasado desapercibidos.
El concepto de patrimonio, de herencia cultural, ha hecho que valoramos a la vista a estos depósitos de la vida cotidiana de las iglesias, parroquias y catedrales, no sólo por la partitura que podemos aprehender y estudiar, sino por las consideraciones contextuales que nos permiten comprender mejor el papel que la música jugó en una sociedad refinada, amante del lujo y del boato, como fue la de la América colonial. Por eso, tras un primer impacto que supuso el descubrimiento de los archivos musicales, los investigadores también se han volcado a otros documentos (actas, libros de cuentas, libros cedularios, de títulos, etc.) para encontrar indicios sobre la vida musical de estos lugares. Esta doble perspectiva, la musicóloga propiamente dicha y la contextual interdisciplinaria (que exige en su desempeño la cooperación de la historia, etnohistoria, antropología cultural, sociología, liturgia, lenguas y otras afines) encontró ricos campos de trabajo en las catedrales americanas