Uno de los problemas centrales que enfrenta la sociedad peruana es el poco respeto a la norma formal, lo cual se traduce en la relativización de su cumplimiento, en lo que algunos denominan la “cultura del arreglo”. En Redes cercanas: El capital social en Lima, Díaz-Albertini examina algunas características estructurales de la sociedad limeña que nos ayudan a entender esta problemática. Utilizando el concepto de capital social, el autor realiza una investigación exploratoria en la que comprueba que los limeños siguen estableciendo sus vínculos por la proximidad entre ellos. Esto se percibe con claridad en el predominio de la confianza de tipo familista, la ausencia de un cuerpo de normas que sirvan de hilo conductor entre los espacios transitados por los actores sociales y la supremacía de las relaciones de cercanía, que se expresan en la constitución de las redes en las que interactúan. Así, se favorecen ciertas orientaciones particularistas y contextualizadas de determinados grupos sociales, especialmente porque las instituciones formales —a pesar de existir— no han logrado calar suficientemente en la vida cotidiana o en los asuntos de mayor importancia de un conjunto significativo de los miembros de nuestra sociedad.