Te acordarás de mí nos sumerge en un mundo de violencia, de maltratos y de heridas abiertas, lo que da lugar a la aparición de otro poderoso motivador del comportamiento humano: el desquite, el quedar a mano. Jaime Bernaola y su esposa son víctimas de un atraco por parte de dos jóvenes de mal vivir. Producto de este, él sufre un infarto y tiene que ser operado. Pero Jaime recuerda haber escuchado de un infante de marina, experto en lucha sucia, capaz de matar a un hombre con las manos. «Hasta que no sepa que esos desgraciados han sufrido igual o más que mi mujer y yo, no voy a poder continuar tranquilo con mi vida.» A este encargo siguen otros, hasta llegar a un trabajo delicado y especial: descubrir la manera de obligar a un poderoso y resentido congresista a renunciar a su cargo y retirarse. «No estamos hablando de matarlo, pero, tú sabes; sacarlo del medio, pues; callarlo. Que salga para siempre de la escena política.»
Armando Echeandía nos transporta con un estilo intenso y cautivador a un escenario conocido por la mayoría, quienes alguna vez hemos sufrido también injusticias, asaltos, maltratos y, quién sabe, nos hubiera gustado tener el valor de desquitarnos o, por lo menos, conocer a alguien que lo haga por nosotros. Te acordarás de mí es nuestra venganza.