César Vallejo
Los heraldos que dejó el gran César Vallejo Los heraldos que dejó el gran César Vallejo

Por Rita Ríos Arcela
Fuente: El Peruano, Lima 05/08/13
http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia-los-heraldos-dejo-gran-cesar-vallejo-8684.aspx#.UgDw_m2xr1U

Hace 75 años falleció el escritor de Trilce, Poemas humanos y de otras obras imprescindibles para la literatura universal.

Desde la juventud estuvo ligado al periodismo y al movimiento político de los albores del siglo XX. En Amauta, que dirigía José Carlos Mariátegui, y El Comercio escribió crónicas sobre las vicisitudes del hombre andino y acrecentó la necesidad de crear una gran patria para todos los peruanos. En sus escritos aparecen personajes como Manuel González Prada y Víctor Raúl Haya de la Torre.

Antes de su partida a Europa, en 1923, suceden dos hechos que marcaron su vida. Clemente Palma, hijo del ilustre tradicionalista Ricardo Palma, desdeña sus poemas y se gana un espacio en el podio de la infamia universal. Luego, en 1921, mientras dictaba clases en el colegio estatal San Juan de Trujillo, sufre cautiverio en la penitenciaría. “El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú”, rememoraría años después en París.

Camino a las letras

De los tiempos trujillanos, también data la anécdota del escritor Ciro Alegría, quien se había trasladado de su natal Huamachuco a Trujillo. “La nariz era enérgica y el mentón más enérgico todavía, sobresalía en la parte inferior como una quilla. Sus ojos oscuros –no recuerdo si eran grises o negros– brillaban como si hubiera lágrimas en ellos. Su traje era uno viejo y luido y, cerrando la abertura del cuello blando, una pequeña corbata de lazo estaba anudada con descuido. Se puso a fumar y siguió mirando hacia la puerta, por la cual entraba la clara luz de abril”, escribiría el autor de El mundo es ancho y ajeno.

En esta época aciaga también escribiría el poema “Idilio muerto”, en que destacan los versos: “Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí”.

En Europa vivió más tiempo en París, pero pasó breves estancias en Madrid y Barcelona. En el Viejo Continente escribiría El tungsteno (Madrid, 1931) y el libro de crónicas Rusia en 1931 (Madrid, 1931).  También su más famoso cuento, “Paco Yunque”, publicado años después de su muerte.

Georgette Marie Philippart Travers llegó a la vida del poeta en 1927, en París. Era una joven de 18 años que vivía con su madre en un apartamento ubicado a pocos metros del hotel donde se hospedaba Vallejo. Para el poeta, que por aquellos tiempos vivía con Henriette Maisse, eran tiempos de compromiso político y profundización de sus estudios sobre el marxismo.

Una tarde se hallan en las calles parisinas. “Vallejo, quitándose el sombrero me saluda y veo una gran luminosidad blanca-azul alrededor de su cabeza...”, diría Georgette años después, ya instalada en el Perú. Vallejo le propuso vivir juntos, pero la madre de la muchacha se opuso. Al año siguiente la señora muere y Georgette recibe la herencia. Viajan a Rusia para analizar el proceso bolchevique.

La Guerra Civil española

En 1936, al estallar la Guerra Civil española, Vallejo, junto a Pablo Neruda, asume la defensa de la República española. En julio de 1937 vuelve por última vez a España para asistir al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura.
Participaron Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Ernest Hemingway, Octavio Paz, Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti, Miguel Hernández André Malraux , entre otros.

Dato

César Vallejo nació en Santiago de Chuco el 16 de marzo de 1892 y falleció en París el 15 de abril de 1938.

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