Por José Vadillo Vila
Fuente: El Peruano, 27/12/14
http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia-un-persistente-del-cuento-25073.aspx#.VJ6Mk_9AZA
Académico sanmarquino y escritor Jorge Valenzuela presenta su quinto volumen de cuentos, Infiernos mínimos. Además, analiza la línea del escritor por convicción que representa Mario Vargas Llosa.
“Soy uno de los escritores más empeñosos en el género del cuento, es verdad”. El catedrático sanmarquino y narrador Jorge Valenzuela ha publicado Infiernos mínimos (Lima, Campo Letrado Editores, 2014), seis historias cortas que lo devuelven al territorio de la ficción luego de tres años.
Aquí explora el universo doméstico. “Sigo siendo minimalista. Son historias vinculadas más con el conflicto interior de los personajes, infiernos interiores prosaicos, generados a partir de conflictividades que se generan en el contexto de la pareja (como sucede en el cuento ‘Juntos’). O partir de la desaparición de una adolescente en un cine (‘El reencuentro’)”, cuenta.
En este último, Valenzuela se introduce más en los códigos de los géneros policial y misterio, a donde ha virado su registro narrativo. Y explora también en el microrrelato.
La huella fragmentada
Pero, ¿por qué persistir en este género si en las librerías el señor de señores es la novela? “Hay una hipótesis que comparto con autores de mi generación, como Dante Castro y Willy Niño de Guzmán: como en los ochenta el Perú estaba, al igual que en los cincuenta, absolutamente fragmentado, para nosotros como generación era muy difícil ver el conjunto, la totalidad. Entonces asumimos el cuento como nuestra forma de expresarnos. Nuestra expresión del mundo se dio de manera natural con este género”, explica el escritor limeño.
Y la mayoría de los miembros de su generación, como Cronwell Jara, Mariella Sala y el propio Valenzuela, se quedaron cultivando el género literario donde, como decía Gabriel García Márquez, solo se permite ganar por nocaut.
“No exploramos en el universo de la violencia explícita, sino trabajamos más en una especie de literatura vinculada más a las consecuencias de la violencia interiorizada en la clase media”, dice el autor.
MVLL, el comprometido
Otra parte de su producción, es la académica. A inicios de este año se distribuyó su ensayo Principios comprometidos. Mario Vargas Llosa entre la literatura y la política (2013), donde hace “una admiración crítica” sobre la labor de político y literato del Nobel de Literatura 2010.
Lo analiza en tres momentos: cuando recibe el premio internacional de novela Rómulo Gallegos, en 1967, cuando pierde las elecciones presidenciales en 1990 y cuando estalla el conflicto Irak-EE. UU., donde MVLl cambia de una posición contra la invasión norteamericana a otra radicalmente opuesta.
A Valenzuela le interesaba explicar qué tipo de compromiso intelectual generaba ese cambio, de la izquierda más radical a la derecha más conservadora (neoliberalismo). Y para ello se basó en el marco teórico del filósofo alemán Max Weber, quien habla de la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad.
“Vargas Llosa se ajusta a la ética de la convicción. Es un escritor convicto de choque, que lo que hace es precipitar el conflicto. Es un paradigma de escritor comprometido que morirá con él porque ya no es tan funcional en nuestros tiempos”, explica Valenzuela. (José Vadillo Vila)
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