Alonso Rabí do Carmo
La trascendencia de la palabra

Por Manuel Eráusquin
Fuente: Correo, Lima 10/08/08
http://www.correoperu.com.pe/lima_nota.php?id=73105&ed=14

Animales literarios, libro de entrevistas de Alonso Rabí do Carmo

Alonso Rabí do Carmo, poeta y periodista, acaba de publicar Animales literarios (Aguilar, 2008), 17 entrevistas a importantes escritores y poetas, peruanos y extranjeros. En sus páginas aparecen los nombres de José Saramago, Mario Vargas Llosa, José Watanabe, Gonzalo Rojas, entre otras plumas de talento y brillo intelectual.


Correo: Desde tu perspectiva, ¿cómo percibes el género de entrevista en el espacio literario?
Alonso Rabí: Creo que la entrevista como herramienta literaria, incluso pudiendo estar atada a una coyuntura, me parece que siempre la rebasa. Y eso tiene que ver en parte con la calidad de tu interlocutor. Por lo general, los escritores de cierta talla disponen de ideas muy bien articuladas o reflexiones sobre ciertos temas no tocados por otros, cosas que al final determinan el éxito de una entrevista. Además, es un género donde el periodista y el entrevistado pueden obtener una interesante gratificación. Por un lado, el escritor encuentra un espacio para reflexionar sobre aspectos que otro género no le permitiría. En el caso del periodista, él ejerce su derecho a no saber, por eso es que pregunta.

C: En las entrevistas que conforman Animales literarios habrás ejercido tan válido derecho con algunos personajes...
AR: Te confieso que en el caso de Elena Poniatowska, yo conocía muy poco de ella, dos o tres libros. Sin embargo, eso no impide que puedas tener un diálogo con un personaje de esa envergadura. En ese sentido, la entrevista a mí también me ha servido para llenar vacíos y para conocer otros aspectos que van más allá de un tema inicial. Me parece que ahí está el gran aporte de la entrevista literaria.

C: Lo interesante es cuando el periodista tiene la posibilidad de conversar con un escritor importante, pues lo que diga puede tener un alcance que va más allá de la entrevista. Queda para la vida.
AR: Eso es algo que yo rescataría. Y en este libro, más que 17 escritores, se trata de 17 personas que están unidas por algo en común, que es una vocación muy sólida; una entrega absoluta y total por la creación literaria, por la creación con la palabra. Eso para mí es esencial.

C: ¿Cuál de estos escritores te impresionó más por su hondura intelectual, por su alcance humano?
AR: Saramago, probablemente. Entre las varias frases que dejó regadas a lo largo del texto, hay una que me parece muy justa, de un carácter ético muy poderoso, y es la idea de que la democracia no sirve si hay pobreza. Creo que, al margen de cualquier constatación empírica, es una frase que debería servir como sostén de cualquier democracia, que además es un sistema cuyos valores comparto y suscribo plenamente. Y de esa experiencia, rescato cómo este Premio Nobel se mostraba con total y absoluta naturalidad, librado de poses o actitudes de divo. Eso me impresionó. No hubo en él ningún tipo de afeites o un solo gesto de soberbia o autosuficiencia.

C: Además, no es fácil lidiar con la admiración que podemos tener de escritores o intelectuales de ese nivel.
AR: Es realmente difícil lidiar con la admiración que sientes por determinados escritores. No digo que eso te limite, pero es algo que está ahí, que está en el aire mientras conversas. Pero ya depende de la intención de cada quien que pueda plantearte algún tipo de problemas. En mi caso creo que no, pues era plenamente consciente de que iba a entrevistar a una persona que conocía de alguna manera por sus textos. Ahora, otra cosa que posee este libro es que ninguno de los escritores entrevistados me parece un mal escritor. Y de alguna forma es un tributo a la conversación con personas que uno admira.

C: A veces una entrevista puede llegar a asemejarse a una sesión sicoanalítica.
AR: Creo que hay una porción de entrega muy sincera, pero llegar a asemejarse a una sesión sicoanalítica ya dependerá del manejo de quien entreviste. Pero mi intención en estos textos ha sido intentar revelar a un personaje; en sus gustos, en sus opiniones, en su ideología. Me interesaba descubrir y mostrar no sólo al escritor que firma libros, sino a la persona. Eso para mí era una verdadera revelación.

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