José Antonio Galloso
Novela con esquina
José Antonio Galloso, autor de Adiós al barrio


Por José Vadillo Vila
Fuente: El Peruano, Lima 16/06/09
http://www.elperuano.com.pe/edc/2009/06/16/personaje.asp

Se debe ir a los colegios a forjar y encontrar nuevos lectores

Se ha generado un boom de la literatura juvenil, comenta.


“Sospecho de los parricidas. Sospecho de quienes quieren eliminar para convertirse en ‘la voz’”, sostiene el escritor que se apellida Galloso, lleva nombre de vals (José Antonio) y juguetea con la cajetilla de American Spirit.

Termina la frase: “Creo en la continuidad de la literatura, en aprender de los abuelos”. Aunque se define como “un infiel literario”, se aventura a nombrarlos: Oswaldo Reynoso, de quien sigue la idea de poetizar con honestidad el barrio; Julio Ramón Ribeyro, el de La palabra del mudo; o el Bryce Echenique de Huerto cerrado. A ellos los gozó hasta morir, ¿para qué demonios matarlos?

Desde hace siete años, el escritor radica en la californiana San Francisco y entiende por qué muchos escritores se van: por un lado, logró la distancia que permite una mejor conexión con las raíces, y por otro, el factor tiempo. En Lima debía dictar 70 horas semanales de clases en los colegios, o se aparecía por casa algún amigo. Entonces, no había cuándo escribir.
Allá es profesor independiente y traductor; puede sentarse a escribir cuatro horas diarias. “Sobre todo tengo soledad. Tengo muy pocos amigos, nadie me llama y puedo escribir”. Entonces, es un hombre feliz.

A este ritmo, el escritor ha concluido su tercera novela, Adiós al barrio (Alfaguara, 2009), 251 páginas que tomaron casi cuatro años de trabajo. La semilla del libro fue su niñez, cuando se sentaba en la esquina del barrio, en Balconcillo, La Victoria, a escuchar a su hermano mayor y sus amigos contar sus historias. El libro es un homenaje a esos recuerdos.

Los personajes son adolescentes y se llaman Álvaro “El Gringo”, Eduardo “El Cholo” y Bruno “El Mono” (“la gente me dirá que son personajes estereotipados, pero realmente son los perfiles que encuentras en cada barrio”).

“En la adolescencia uno vive todo con la intensidad del fin del mundo; cada conflicto es como una bomba de dinamita”, comenta el escritor, que volvió a Lima por un puñado de días y visitó 40 colegios de toda la ciudad promocionando el libro.
“He ido a colegios donde he sido el primer escritor que los visita y eso preocupa. Los escritores deberían bajar de sus pedestales y, en vez de preocuparse por dar conferencias en universidades, deberían ir a los colegios, que es donde hay que trabajar para lograr nuevos lectores”, comenta.

El escritor cree que se vive un boom de la literatura juvenil y por ellos muchas novelas se han reeditado en colecciones para jóvenes y ya gozan de éxito. Claro, discrepa con el término, que responde a un tema comercial y editorial, y que de paso produce un cierto prejuicio en el establishment literario.

Deja flotando en el aire la pregunta: ¿qué hubiera pasado si Un mundo para Julius, La ciudad y los perros o Retrato de un artista adolescente, hubieran salido primero como obras de literatura juvenil? “Hay que romper ese prejuicio. Yo no hago literatura juvenil, escribo sobre jóvenes y lo puede leer cualquiera”. Entonces, Galloso enciende otro nuevo Spirit.

Datos
Prepara dos novelas de temática adulta, proyecta también una novela sobre el universo escolar y analiza trabajar un libro para niños.

Este año saldrá su libro de cuentos sobre jóvenes Lima-Mala, sobre la ruta playera del sur.

Su primera novela, Tres días para Mateo, fue muy bien recibida por los jóvenes y censurada y quemada en algunos colegios por tener 35 lisuras.

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