Camilo Fernández Cozman
Academia renovada Academia renovada

Por Carlos M. Sotomayor
Fuente: Correo, Lima 01/09/08
http://www.correoperu.com.pe/lima_nota.php?id=74262&ed=14

Camilo Fernández Cozman, flamante nuevo miembro de la Academia Peruana de la Lengua

Poeta, catedrático y crítico literario, Camilo Fernández Cozman ha trazado una trayectoria intelectual trepidante. Con apenas 24 años ya era profesor universitario en San Marcos y un año después publicaría su primer libro sobre la lírica de Westphalen. Ahora, con apenas 43 años de edad, es el miembro más joven de la Academia Peruana de la Lengua.


Correo: ¿Cómo surge tu pasión por la crítica literaria?
Camilo Fernández Cozman: En primer lugar en San Marcos. Conocí a Antonio Cornejo Polar en San Marcos. Él fue mi maestro, frecuentaba su casa en la Av. Higuereta. Y allí, casi todos los sábados, un grupo de alumnos discutíamos nuestros trabajos. Y él hacía ciertas anotaciones en los márgenes de nuestros ensayos. Y, bueno, tuve un grupo de profesores notables, como Francisco Carrillo, Desiderio Blanco, Edgardo Rivera Martínez, Raúl Bueno, Marco Martos, entre otros. Estos profesores tenían una enorme cultura. Y además procedían de una manera distinta respecto del método. No trataban de encasillar el texto al método. Y trataban de adaptar más bien el método al objeto de estudio. Aprendí también el gusto por la buena prosa. Antonio Cornejo Polar me decía que un trabajo sobre poesía mal redactado era insoportable.

C: ¿Cómo ves la crítica actual en el Perú?
CFC: Bueno, hay varios componentes que hay que considerar. En primer lugar, hay algunos creadores que miran de manera peyorativa a la crítica literaria, piensan que es un oficio vano. En realidad se trata de una especie de subdesarrollo intelectual. Porque la crítica literaria en Europa y en Estados Unidos es casi una institución. Es decir, el investigador tiene que usar su imaginación y su gran formación teórica interdisciplinaria, y ello no es fácil. Por lo tanto, para mí la crítica es una forma de expresión. Interpretar un poema e irlo creando a partir de la lectura.

C: Siempre te he escuchado criticar el contenidismo en la investigación literaria...
CFC: No concibo que un texto, y siempre lo digo, se deba reducir a los contenidos. Ni tampoco simplemente a la forma. Busco una interrelación entre el contenido, la forma y otros discursos, para comparar un poema con un texto filosófico o un libro de sociología, pero respetando la arquitectura del texto literario.

C: ¿Estás al tanto de la polémica que se ha desatado hace poco por un libro de José Miguel Oviedo?
CFC: Sí, evidentemente Oviedo dice que los integrantes del grupo Narración en el ámbito latinoamericano no tienen una trascendencia como se esperaba. Bueno, en realidad hablar de gustos es algo azaroso. Yo considero que algunos autores son fundamentales. Por ejemplo, Oswaldo Reynoso me parece un autor esencial, poco valorado. Ha escrito obras, como Los eunucos inmortales, impresionantes. Sin embargo, es un autor que no es valorado. Yo creo que las historias literarias siempre van a tener problemas en lo que se refiere a ciertas omisiones. No es posible abordar con profundidad tantos autores en tan pocas páginas.

C: Está por salir un libro tuyo sobre Watanabe...
CFC: Watanabe era una persona con la que conversaba por teléfono con mucha asiduidad y siempre me sorprendió su humildad. Él no se consideraba un gran poeta, pero, como cuento en el libro, cuando yo hago un viaje siempre llevo los libros de Watanabe, porque me gusta nutrirme de esa poesía de una sencillez muy trabajada.

Boletín semanal
Mantente al tanto de las novedades ¿Quieres ver nuestro boletín actual?
Ingresa por aquí
Suscríbete a nuestro boletín y recibe noticias sobre publicaciones, presentaciones y más.