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Fuente: La Primera, Lima 15/08/06
El año pasado, Víctor Falcón Castro (Lima, 1979) publicó su primer libro de cuentos, Cómo alterar el orden de todo, que tuvo buena acogida de público y crítica, y lo mostraba como un escritor con oficio, capaz de construir cuentos breves e intensos, con un lenguaje muy preciso y finales sorpresivos.
Esta vez, Falcón se sumerge en el universo psicológico femenino con Mujeres a punto de alzar vuelo (Solar), nueve relatos donde la mujer es la protagonista.
–Luego de tu primera entrega, ¿cómo surge la idea de escribir un libro donde todas las protagonistas son mujeres?
–Quería ir más allá de lo que había explorado en mi primer libro, donde no profundicé mucho en los personajes femeninos. El narrador de mi libro anterior era como una cámara que iba filmando acciones; ahora he tratado de construir voces de mujeres.
Para conseguirlo leí a muchas novelistas y poetas mujeres, de todas las tradiciones narrativas. Finalmente ellas son las que saben cómo sienten y cómo piensan las mujeres. Para mí lo ideal sería que alguien leyera mis cuentos y no supiera que es un hombre el que los ha escrito.
–Al momento de escribir los cuentos, ¿tenías en la cabeza un personaje de mujer, un personaje literario, como paradigma?
–Me interesan especialmente las mujeres de Elfriede Jelinek, mujeres enloquecidas que son bastante interesantes para explorar. También las mujeres que construye Maitena en sus tiras cómicas.
Dan muchas luces sobre lo que significa ser mujer en Latinoamérica. Pero para este caso no he pretendido en ningún momento hacer un fresco de la mujer latinoamericana. Me tomarían por misógino o por alguien que no tiene la menor idea de lo que es una mujer. Sólo he analizado aspectos específicos: la relación de la mujer con la muerte, la mujer con la fidelidad...
–¿Y cuál consideras que sería el rasgo distintivo de las mujeres de Falcón?
–Son mujeres verosímiles, cotidianas, que ves en la calle, no son grandes ni modelos ni asesinas en serie. Son mujeres muy simples a las que les suceden cosas muy grandes. Sus vidas están al borde, en el límite, sufren cambios repentinos y deben tomar una decisión.
Me interesa tomar a los personajes en un punto crítico, no en el inicio o en el final de una historia, sino en el punto crítico. Era una necesidad para las historias, conseguir una estructura que me permita seguir narrando.
–El sexo es un tema importante en varios de los cuentos. ¿Hubieses podido escribir un libro sobre mujeres sin aludir al tema sexual?
–El tema sexual siempre lo tengo presente, igual que la muerte. No lo incluyo deliberadamente en mis historias. Es algo personal, no tiene mucho que ver con mi visión de la mujer, sino con una visión personal de la vida.
–Y el otro tópico del libro es la maternidad. Curiosamente, los cuentos donde la mujer termina embarazada tienen un final esperanzador, mientras que las historias vinculadas con el sexo terminan mal...
–Es la maternidad como punto de escape. Pero sería una tontería decir que la mujer se siente realizada sólo por ser madre. En los casos puntuales de estos cuentos, las mujeres se sienten esperanzadas ante la vida que está creciendo en ellas, que es una forma de huir de la soledad que las rodea. Pero ello, por supuesto, no puede ser generalizado a todas las mujeres.
Dato
Además de escritor y guionista de televisión, Falcón también es dramaturgo. Su obra La cisura de Silvio será puesta en escena en setiembre, bajo la dirección de Óscar Carrillo.