Por Pedro Escribano
Fuente: La República, Lima 14/02/06
El narrador acaba de publicar De milagros y pendejadas, novela que ficciona con personajes del fujimorismo.
La trama, como para asustarse: EEUU ha decidido restituir como presidente al Chino.
Es ingeniero de profesión. Sin embargo, Alejandro Estrada se adentró en el mar de la literatura, primero en el teatro y después en la narrativa. Estrada, remecido por la ola negra de la corrupción del fujimorismo, acaba de publicar De milagros y pendejadas (Ed. Horizonte), una novela en que ofrece una galería de personajes que se parecen a muchos de nuestra clase política. Allí está el Chino, el Cholo, el Loco, el Doctor. El nudo de la historia es que Casa Blanca ha decidido manejar el narcotráfico a nivel mundial. En Sudamérica, so pretexto luchar contra el terrorismo, quiere restituir como presidente del Perú al Chino y su asesor, el Doctor. No faltarán los psicosociales.
-¿Tu novela es una mirada a la política peruana reciente?
-Para comenzar es una ficción. Es una ficción que, sí pues, trata de ofrecer una visión, valga la redundancia, ficticia de la política. Pero la realidad, a veces, le gana y se come a la ficción. En este país, y en toda América Latina, suceden cosas que uno ni se imagina.
-Es novela de antihéroes.
-Es que no tenemos héroes.
-Por la historia, es paródica de nuestra vida política
-Yo diría que no es solo el vacilón, sino uno tiene esa preocupación, ese temor de que las cosas se desarrollen como se cuenta en la novela. La política es un desastre hoy en día, ¿no?
-¿Esa fue una de las motivaciones para escribirla?
-Yo creo que sale. Sí. Yo no he escrito solo porque sea un vacilón. Sobre el tono, busqué que sea más digerible para un público más amplio. Yo creo que tenemos que escribir para un público amplio. Encuentro mucha novela muy erudita. Esta novela no está en ese grupo aunque Tiempos de mar, mi novela inédita, sí es así.
-¿La cercanía de los hechos y personajes narrados no hace que esta novela sea el recontar de la historia presente?
-Yo no creo, porque si no no leeríamos periódicos. En política, por ejemplo, estamos leyendo y escuchando lo mismo todos los días. De milagros y pendejadas entonces es quizás una variante de la realidad. ¿Que tenga un tono periodístico?, no creo, yo estoy ficcionando.
Picaresca y política
-¿Has querido hacer una novela picaresca y política?
-Cuando escribo siempre he querido ser así, escribir con gracia y humor. Eso se aprecia también en mis cuentos que salieron finalista en los concursos de Copé y Caretas. Cómo definir lo picaresco, no sé, no soy académico. Pero recuerdo mucho a Sofocleto quien desde su columna puso, con mucha picardía, apodos a todos los políticos.
-Hablando de políticos, ofrece toda una galería de ellos.
-Que los identifiquen, esa es prerrogativa del lector.
-En la novela, la Casa Blanca busca restituir a Fujimori. Está preso en Chile, eso ya no es posible.
-Me temo que nada es imposible. Y ese es el temor que uno tiene. Para que esto ocurra bastará solo que el emperador del Norte, George Bush, así lo quiera.
Perfil
Nacimiento. La Punta, Callao, 1943.
Trayectoria. Ingeniero electrónico por la UNI. Hizo teatro con el grupo teatral Telba. Ha sido en varias oportunidades finalista del Copé de cuento. En 1983 ganó "El cuento de las mil palabras" con Cantolao. Publicó en Hueso húmero un capítulo de Tiempos de mar, novela inédita.