de la antología “Aquí no falta nadie”
Por
Fuente: Luis Pacho, Puno, junio 2008
Cuando te conocimos, creo que hace más de quince años, ya tenías los bosquejos de esta antología. En algún momento pensamos que no se levantaría jamás de tu estante, pero al fin podemos disfrutar del libro. ¿Cómo así te animas a publicarlo?
Desde que me sometí a la disciplina de escribir y a investigar, estudiar y compilar poesía, sólo para vivir en propia carne este género, desde ese día empecé a entender, entre otras cosas, por ejemplo, la labor del poeta, entendí a la poesía misma que ahora ha de brillar en estas páginas. Es algo mágico, parece que hay que ser malabarista, ilusionista, para lograr un resultado como el que tenemos entre manos. Originalmente Aquí no falta nadie no formaba un proyecto tan amplio, sólo quería abordar la poesía hecha por una generación de poetas (los de los noventa – olvidados), pero como Aquí no falta nadie, en tanto antología-plegaria, guardará escasa relación con lo que anteriormente había preparado, de los cuales uno y otro poeta quedaron divididos, incompatibles y por sí mismos insuficientes para integrar todo un volumen antológico, estos pueden ser los antecedentes. Además, esta antología era una promesa que me hice y porque además hacía falta un libro integral sobre este género.
¿Cuáles han sido las motivaciones para abordar en una antología el proceso de la poesía puneña?
Quienes crecimos seducidos por la poesía – a veces, surrealista, a veces romántica y tortuosa – y por ello sublime, difícilmente podemos concebir una forma de amor libre de las espinas, los clavos y la cruz. Escribí esta antología desde la orfandad del amor, a la par con una novela, a pesar de lo disímil de los géneros, esos cientos y cientos de dolientes instantes que terminan poniéndonos incondicionalmente a merced de la poesía nuestra que desde el año 1996 Acabemos de una vez con la poesía (Primer título de la antología), luego Seductores de la luna escribiendo bajo la lluvia de otros equinoccios; seguido de Seductores de la luna de otros equinoccios para después sólo Seductores de la luna, que quedaron sepultados en un portapapeles. Ahora acaba de asomar este texto, con ideas formuladas en días densos y tensos, concluyendo en una frase que sonará cruel – para algunos poetas. Aquí no falta nadie (Título final del libro), admito públicamente no estar equivocado con los antologados (entre los consagrados y novísimos) y así poder determinar qué es poesía.
¿Cuáles han sido los criterios de selección de los antologados?
Hacer una antología es seguir las huellas chocarreras de tu espíritu, y pedir lo que normalmente sólo se espera de Dios: un milagro. Se trataba de que la poesía, una vez más cruzara las fronteras del fanatismo, la tradición, el dolor, la crueldad y finalmente, de manera triunfal, la misantropía. Uno de los criterios más importantes ha sido el corpus de poesía escrita en Puno, una poesía esencialmente escrita en español, porque, como sabemos, existe una gran riqueza de poesía en aymara y quechua, que a pesar de ser orales, tiene un humus de primera calidad y que debería considerarse en cualquier estudio de poesía puneña. Otro criterio de selección es el sentido fractal de los poemas seleccionados, es decir los nexos rizomáticos-fractales que unen y desunen a la poesía, no solo desde ahora, sino, desde siempre. Inclusive hay un criterio que es muy mío, que es justamente el gusto por la buena poesía, o al menos lo que yo llamo buena poesía. Uno de los criterios finales puede ser el impulso cósmico, que corresponde a la personalidad que busca el autor, orientada hacia un estudio:mítico-metafórico, y otro sería ese espíritu regido por una voluntad poética, ideológica, pedagógica que mueve al poeta a emprender una crónica del altiplano, para exaltar sus grandezas estéticas, y condenar sus lacras, reseñar su historia y sobre todo abordarla desde este estudio fractal que proponemos, pero estas tendencias no se dan juntas, sino separadas, generalmente domina una a la otra y rara vez se combinan, pues la dificultad de fusionar ambas poéticas proviene de su oposición irreconciliable.
Escribir poesía por amor, amar la poesía más allá de la lógica terrenal y, por encima de todo, amar la poesía sobre todos los dioses: tal era el contenido del milagro. Como antologador he amado la poesía puneña con temblores y lágrimas inclusive con rabia infinita. Como protagonista, decidí que ese amor a la poesía debía y merecía conocer: la pastora florida de Alejandro Peralta; el ángel y la rosa, de Oquendo; la poesía de Efraín Miranda, las cajas que no se habren jamás de Omar Aramayo, las embarcaciones de Epifania Suaña de Gloria Mendoza; el verano inculto de Valdimir Herrera; casa sin puerta de José Alberto Velarde; tiempo de cernícalo de Boris Espezúa; Quiela y Yarume de Bedoya, a Malú de Filonilo Catalina, y una vez conocidas, enfrentarlos a quien un día más amaron, para defender el sagrado derecho de la bienaventuranza y la poesía.
En Puno se han elaborado algunos trabajos de esta naturaleza, desde La antología general de la poesía puneña de Ayala, la breve Antología de la poesía puneña de Omar Aramayo, y hace no mucho Antología comentada de la literatura puneña de Feliciano Padilla. Aparte de las cosas obvias, ¿cuáles son las diferencias centrales respecto de los trabajos señalados?
Creo que el mejor en discernir esas diferencias es el lector, él sabrá decir las distancias y los espacios que separan a estos libros. Algunos amigos que ya han tenido acceso a la lectura del libro han señalado que: Hay mucha distancia entre esta antología y las otras que ya han salido. ¿Qué va a encontrar el lector en esta antología? La persistencia en leer poesía, desde luego, y bastante poesía, ya lo he dicho, pero también un ensayo de una revisión panorámica breve de la poesía nuestra, la construida por los poetas del altiplano peruano. Porque a pesar de todo, no esta ausente la esperanza. Se manifiesta, por ejemplo, en un poema de Carlos Oquendo de Amat: poema de la niña y la flor.
¿En cien años, sólo 21 poetas?
Claro, lo que pasa es que muchos no saben qué es una antología, y entonces surgen preguntas parecidas a la tuya, se piensa que si son cien años deberían ser cien poetas o doscientos. Esta es una selección de poemas y si no hay más de veintiún autores es porque simplemente no los encontré para este estudio fractal de la poética puneña. En los últimos años, a medida que la poesía puneña encontraba acogida y reconocimiento en nuestro país y a nivel internacional, se hizo más evidente la incongruencia de seguir abordándola, mostrando en el mayor punto sus mejores creaciones, sin dejar de lado críticamente variadas herencias, lo cual a contribuido y decidido cada vez con más fuerza el compromiso que tuve desde la primera vez que pretendí publicar una antología de poesía puneña, lo cual conllevó a tener siempre en mente publicarla, dándole al mundo literario luego de cien años, con un número de 21 poetas antologados, ese es el rol que tiene una antología, para eso se le denomina “antología”, abordada sin ningún subterfugio de índole externo, menos interno.
Ya se oyen algunas voces señalando las ausencias de Luis de Rodrigo, José Luis Ayala, Jorge Flórez-Áybar y, el no menos popular Jóspani, José Paniagua Nuñez. ¿Cómo justificar sus no inclusiones?
Puede ser una improbable herejía, pero todas aquellas personas – sólo algunos poetas, que desde ya los imagino rumiando sus frustraciones– que encuentren provocador, hereje e irredento sólo el título del libro, más no espero la misma actitud del contenido, siempre y cuando sea seria la visión y el lector sea verdadero. Evidentemente, la antología ya estaba escrita cuando me topé, no sólo con uno u otro borrador. Para seguro escándalo de incrédulos, pobres de espíritu y escasos de fe, doy gracias a Dios por habérmela dictado. Si algo tengo que decir al respecto de las no inclusiones, espero no ser irreverente: la única salvación para los vencidos es no esperar salvación alguna.
Algo que se reclama. ¿Por qué terminar esta antología en años de los poetas llamados de los ’90, cuando parecen oírse nuevas voces, digamos del post-2000?
Esta antología termina mencionando en el prólogo a los poetas del post – 2000, digo que aún no tienen su sueño cumplido, están todavía en la etapa de la vigilia, y difícilmente pondría por ellos las manos al fuego. Aún quiero escribir y leer. Yo creo que deberían leer más o, en todo caso, ordenar sus lecturas, darle criterio a sus escritos, empezando, por ejemplo, por la escritura y sus rasgos lingüísticos.
Sacrificar el bolsillo por la literatura en estos tiempos de crisis, sino linda con la locura es francamente un acto heroico. Mucha gente dedicada a la literatura que han u ostentan un cargo importante en la administración pública no han sido capaces de hacerlo “ni por un dólar agujereado”, como sueles decir. Sus lobbys o su cercanía con el poder siempre les han posibilitado el financiamiento. ¿A ti, qué te impulsa hacerlo?
El motivo más trascendental para que esta antología salga a luz es, sin duda, la poesía y su magia, y cuando ella está de por medio, tú como poeta sabrás, nada ni nadie es capaz de detenerte, además ese impulso viene de adentro, de algo incognoscible que irremediablemente te conduce a realizar una actitud de este tipo.
Se dice que la calidad de la poesía puneña ha descendido. No hay Alejandros Peralta, no hay Oquendos y menos un poeta contemporáneo de la talla de Omar Aramayo. Luego de esta antología ¿tú qué opinas?
Tú lo has dicho, no hay calidad. También leí plaquetas y poemarios muy desubicados, además en unos artículos sobre este vacío, en verdad tendremos que esperar muchas lluvias para que aparezcan otros poetas después de los del 90.
Una vez hecha esta especie de re-visión, ¿cuáles son las tendencias más resaltantes de la poesía puneña contemporánea, ochentas y noventas, básicamente?
Andinidad, vanguardia y un tremendo yoismo poseedor de claras inclinaciones líricas.
Supongo que ese yoismo, para ti, es un factor de ilegitimidad. pero, de los 21 poetas, 10 pertenecen a los ’90 o la llamada generación de fin de siglo. ¿Por qué esta diferencia? ¿Significa que la calidad de la poesía puneña crece en los ’90? ¿O cuál es la lectura que tienes al respecto?
No se trata de ilegitimidad, se trata de retornos continuos y discursos casi cotidianos con un yo poético que a veces se puede tornar trivial. Entre los once renombrados y los diez de finales de siglo, la poesía puneña no solamente crece, sino que también continúa una tradición hartamente conocida y de cualidades notables, que de alguna manera devienen de nuestros hitos en la poesía. Ahora bien, la mayoría de los poetas de los ´90, siguen buscando o experimentando su voz y seguramente que a la larga tendremos sorpresas que sin duda confirmarán la selección de los antologados en el libro Aquí no falta nadie.
La metodología que utilizas es la fractalidad. ¿Esta herramienta teórica, por así llamarlo, te permite ver la riqueza del corpus de la poesía puneña?
Creo que no solo ve todo el corpus, sino que también la universaliza porque como toda poesía como la nuestra también tiene ligazones con los grandes maestros de la poesía clásica y universal.
El gran poeta vivo que tenemos en la actualidad es Efraín Miranda Luján. ¿Estás de acuerdo?
Sin duda alguna, Efraín Miranda, aparte del más querido y no por cosas extremas, podríamos nombrar a otras voces mayores que menciono en la antología.
Ahh. ¿Cómo se has asumido los costos de esta edición de lujo? ¿Algún mecenas? ¿Auspició de alguna institución del Estado?
No. Es simple amor indestructible a la poesía y resultado de un ahorro interminable, un ejercicio de día a día. Además no quise que este libro tenga escudos de municipios ni tiendas comerciales, la poesía no merece estar entre el comercio y los negocios, por eso se muestra limpia, sin fotos de alcaldes ni agradecimientos infinitos a nadie. No le debo a nadie de este libro. La poesía es libre y única, como las palabras y hay que dejarla volar.
¿Otros proyectos que tiene la Editorial contigo a la cabeza?
Voy a reservarme la primicia, lo que se viene en los próximos días es algo más ambicioso y abarcador que una antología, te adelanto un poco, el texto linda con una revisión general de la literatura puneña y constará de dos tomos. Ya habrá tiempo para hablar sobre mayores detalles de esta publicación, además ya están en prensa tres libros de narrativa que debemos estar presentándolos en la segunda semana de julio, y por supuesto la revista de literatura puneña que muchos amigos no desearían que salga, pero lamento darles la mala noticia, para ellos, pero grata para nosotros y para nuestros lectores que nos han hecho llegar cientos de e-mails, pues este número 2 de La rama torcida está en su fase final y estos días ya la podrán adquirir. Finalmente, un proyecto que desde hace años se vino postergando, este año será posible realizarlo, se trata del I Concurso de novela corta, organizado por el Grupo Editorial, y que constará de premios fabulosos, para imprimir la bases y distribuirlas, estamos en tratativas con los jurados que serán también de lujo, debido a su trayectoria internacional. Por lo pronto sólo eso que ya podemos garantizar.