Por Juan Manuel Castañeda Chávez
Fuente: Los Andes, Puno 9 junio 2013
http://www.losandes.com.pe/Cultural/20130609/72153.html
Pocas veces los autores literarios suelen parecerse en la vida real al autor que uno imagina cuando está leyendo un libro suyo, afortunadamente en este caso hay una evidente empatía entre el escritor de carne y hueso y el literato imaginado por el lector, o al menos así me pareció.
Con la conversación fluyendo de manera natural nos sorprendió gratamente la instantánea referencia de Fernando Iwasaki sobre el poeta puneño Oquendo de Amat, aunque tal sapiencia no desconcierta, porque leyendo a Iwasaqui, encontramos una formación académica como historiador y una viva imaginación, ambas felizmente descargadas en la literatura, para la cual ha demostrado tener mucho más que un buen oficio.
Con un abanico de obras entre las cuales encontramos; novelas, cuentos, ensayos y un sinfín de artículos periodísticos además de un similar cartel de premios, Iwasaki es desde hace mucho una figura de referencia en la literatura iberoamericana. Comentando una de sus obras Cabrera Infante dijo de él; "se ha propuesto antes que nada deleitarnos y de paso instruirnos".
Su peculiar narrativa, plagada de erudición y traviesamente sazonada de humor, hace que leer sus cuentos, sus novelas e incluso sus ensayos históricos, sean una experiencia realmente agradable además de enriquecedora.
Escogimos dos obras aunque reconocemos que nos es difícil señalar un título predilecto de los muchos escritos por este autor limeño de origen japonés, italiano y por supuesto, peruano. Tan plural ascendencia representa, en suma, una mixtura cultural que termina siendo el carácter y sino de su obra, ya que esta simbiosis cultural también se manifiesta en la versatilidad de su escritura cargada de combinaciones de géneros literarios magistralmente acabados.
Especial comentario merece "Inquisiciones Peruanas", un libro ambientado en el Perú colonial y basado en los procesos de la Santa Inquisición y en el cual Iwasaki desnuda con maestría el aura intocable y sacrosanto de esa etapa, con toda aquella corte de; inquisidores, religiosos, santos y santas, brujas y demás personajes de aquel periodo, en un desenlace alegre y risueño. Le da color a una época enturbiada y de tintes sepias y la convierte en desmitificadores relatos con finales imprevistos, graciosos y en algún caso realmente desternillantes.
Del mismo modo, el ensayo que fue Premio Algaba 2008 de titulo; " REPUBLICANOS, cuando dejamos de ser realistas", es una obra inteligente, iconoclasta e innovadora, una mirada a América latina y España y viceversa. Nos presenta, certeramente documentada, una óptica alterna a lo comúnmente aceptado, rompe prejuicios y taras en un ejercicio de revisión histórica acertadamente enriquecida con un sentido de humor genuino y quebrador de toda formalidad.
Aunque vive en Sevilla donde dirige la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco, siempre cae por Madrid y esta vez lo encontramos en el Instituto Cervantes dictando un taller de micro relatos, aprovechamos su visión histórica de los tiempos y su alegre perspectiva para conversar sobre algunos puntos.
1. Fernando, espero no ser tan frontal, ¿Qué es la literatura en el contexto social histórico?, ¿una fantasía, un documento de valor testimonial, un objeto meramente decorativo o más bien una experiencia vital y trascendente?
Yo quitaría la tercera opción y son las tres restantes; es decir la literatura es fantasía, la literatura es una experiencia, es una vivencia insustituible, extraordinaria, es algo que ha enriquecido a la humanidad. No es un objeto decorativo, porque yo creo que cuando las obras son solo decorativas no trascienden, no llegan verdaderamente a traspasar a los individuos pero hay novelas que hablan de la condición humana y esas novelas perduran y perviven ó los poemas ó los relatos. Entonces la literatura es algo extraordinario, es una de las grandes creaciones del ser humano.
2. ¿Cuál es el panorama de la literatura en estos tiempos de crisis?
Bueno no hay crisis en todo el mundo, es decir que la crisis que vivimos en Europa felizmente no es la crisis que teníamos en América latina en los noventa, entonces hay países como Chile, Perú, Colombia, Ecuador, México, que yo diría que tiene un momento de crecimiento económico y al mismo tiempo, un momento feliz para su literatura.
Y en Europa hay una crisis económica terrible pero no por eso la literatura ha decaído en calidad. Las crisis también le vienen bien a la literatura. El problema son, en todo caso, los lectores que tienen que decidir si van a invertir en un libro o van a invertir en formación, por ejemplo, yo entiendo que la gente pague sus deudas y vea su formación primero.
3. Los nuevos tiempos tecnológicos nos hacen vivir más rápido pero a la vez nos dejan menos tiempo para la reflexión, los productos culturales suelen ser más ligeros, según algunos autores. ¿Es posible decir que la calidad de lectores y escritores ha descendido?
Yo creo que la calidad de lectores, a lo mejor, ha descendido pero no porque haya tecnología, es decir, puede haber un chico que nunca haya leído los poemas homéricos porque esta todo el día metido en internet y por lo mismo tiene miedo que se le meta un troyano en su disco duro y aunque no sepa que el troyano viene de la Ilíada, en buena cuenta está formando parte del mundo literario.
Siempre digo, por otro lado, que yo soy un discapacitado digital, creo que el libro electrónico es una maravilla, el libro electrónico solucionara los problemas a mucha personas pero a lo mejor a mi pero no. Pero esa es mi torpeza, ese es mi problema y yo no voy a extrapolar mi problema a todo el mundo.
Sí la literatura es más ligera, sí la cultura es más light, se debe a que en este momento hay en los medios de comunicación y en general en las sociedades hay una frivolización de muchas cosas que hacen que la gente prefiera el reality a la realidad.
4. "Inquisiciones Peruanas" es un libro que me gustó mucho, está ubicado en la época colonial de la historia peruana y en el cual se advierte mucho sentido del humor. ¿Es importante para ti, el humor y la literatura?
Muchísimo, pero conste que no pienso que el humor haga mejor a nadie. Una persona puede tener humor y no ser buena y una persona puede no tener nada de humor y ser maravillosa. Sábato, por ejemplo, no tenía mucho sentido del humor y su obra literaria no tiene nada de humor y no por eso no puedo dejar de reconocer que Sábato es uno de mis grandes escritores favoritos.
Entonces el humor es algo que para mí particularmente, como Fernando Iwasaki, y como lector lo aprecio y me encanta. En el Perú, por ejemplo, hemos tenido escritores con gran sentido del humor como el arquitecto Héctor Velarde, como Alfredo Bryce Echenique, como Antonio Cisneros en sus crónicas que eran muy divertidas, y Lucho Freire, en fin. Que yo creo que el sentido de humor es una maravilla, yo agradezco que exista Jorge Ibargüengoitia en México y Cabrera Infante en Cuba y Julio Cortázar en Argentina que eran grandes escritores que no renunciaban a hacer el humor.
5. Tu aporte literario tiene muchas facetas, cuentos, narrativa, ensayos. ¿En que estas trabajando ahora?
Me gustaría decir que estoy trabajando en un proyecto de ficción pero no sería verdad, yo empecé una novela en el 2006 que la interrumpí ese mismo año.
Tengo una docena de páginas pero el proyecto por ahora está en stand by. Así que por ahora me concentro más en las crónicas, los artículos, los ensayos y los encargos que me hacen porque uno en realidad vive de los encarguitos.
6. ¿Qué escritores te gustan hoy en día?
Muchos, pero prefiero hablar los que son de mi lengua y mi edad. Es decir, elogiar a Vargas llosa por ejemplo es muy fácil, porque no solamente ya es premio Nobel sino porque tiene la edad de mi madre y lo leo desde que soy adolescente. Y él sabe que lo admiro y lo aprecio pero elogiar a una figura como Vargas Llosa es muy sencillo.
Quiero elogiar a Jorge Eduardo Benavides, que es peruano, a Enrique Prochaska que también es de Perú, a Jorge Volpi, a Juan Villoro, que son de México, a Andrés Neuman y Marcelo Birmajer que son de Argentina, a Alberto Fuget y Andrea Maturana que son de Chile, a Leonardo Valencia y Gabriela Aleman que son de Ecuador. Es decir hay muchos escritores de mi edad, que yo los admiro y yo los aprecio y creo que hay que elogiar al contemporáneo
7. Para finalizar y pidiéndote un ejercicio de difícil síntesis. ¿Con que libro te quedarías''?
Pues me quedaría con un libro de Borges, los libros de Borges son los que me han hecho crecer como escritor, entonces si tuviera que pensar como escritor me quedaría con un libro de Borges y probablemente ese libro seria el "libro de Arena".
Pero si hablara como lector me quedaría con la Cartuja de Parma (Stendhal) que es una novela que leí con diecisiete o dieciocho años y que me la leí prácticamente en una madrugada porque no podía soltar ese libro.
* Juan Manuel Castañeda Chávez. Máster en América latina contemporánea. Universidad de Alcalá de Henares- Instituto de investigación Universitaria José Ortega y Gasset.