José Watanabe
El poeta de Laredo El poeta de Laredo

Por Rubén Yaranga M.
Fuente: Variedades Nº 265, Lima 20/02/12

«Arropaste con mitos,
filosofía y ciencia,
lenguajes del mundo,
saberes y vivencias,
hiciste más humana
a la poesía.»

Su huella adquiere más nitidez. En Mito, cuerpo y modernidad en la poesía de José Watanabe, Camilo Fernández Cozman aclara el misterio en la poesía del vate trujillano. Ensayo que permite conocer al hombre y nos lleva a querer su palabra como si fuera nuestra.

Ya en 2005, el trabajo sobre la poesía de José Watanabe había ganado el Premio Nacional de Ensayo y la autoría respondía al nombre del crítico literario Camilo Fernández Cozman, quien ya tenía en su haber trabajos sobre la poesía de Emilio Adolfo Westphalen, Jorge Eduardo Eielson, Rodolfo Hinostroza y Octavio Paz, dejando de mencionar algunos de ellos por falta de espacio.

En 2009, publica Mito, cuerpo y modernidad en la poesía de José Watanabe, que consta de seis ensayos. Es el primer estudio crítico sobre la poesía del poeta nacido en Laredo (La Libertad, 1945) y que no cae en el lugar común porque su metodología no transita por los caminos de lo ortodoxo y el panorama de investigación se hace más amplio. Un viaje a Laredo es el inicio para conocer los mitos que transitan por la obra de Watanabe. Además, de los hechos sociopolíticos que se desarrollan al calor de las luchas del trabajador de las haciendas azucareras, Laredo era una de ellas. El viaje a la semilla o encontrar la punta de la madeja.

Conmoción y solidaridad estarán presentes más adelante en su quehacer poético. Lo que vive en carne propia, lo que lo aqueja, lo que lo rodea, lo que observa, eso latirá en su poesía llena de sensibilidad y de objetividad, lo oriental y lo occidental, filosofía y ciencia; más sobre todo lo que sufre su cuerpo, es lo que hace reflexionar a este poeta de alma sensible sobre lo corta que es la vida humana. Hoy somos, mañana no se sabe qué será. Esto es poesía para él. Si escribe, piensa que su creación debe reflejar los problemas de la sociedad y del hombre, con toda la crudeza del lenguaje, sin eufemismos. Esto se percibe en las palabras de Fernández Cozman cuando se refiere a José Watanabe.

Huso de la palabra (1989), Historia natural (1994) y Las cosas del cuerpo (1999) son los poemarios que lo ayudan en la realización de su ensayo. Así, con este material, Fernández Cozman desnuda la poesía de Watanabe para saber de qué está vestida o con qué cubre su cuerpo. Ejerce la crítica y analiza con coherencia y conocimiento la poesía de Watanabe, nos remite a sus referentes de poetas (Vallejo, Baudelaire, Rimbaud, Wallace Stevens, por citar algunos), nos presenta situaciones que llevan al lector a interesarse por su obra. Nos dice de su destreza en el haiku, nos acerca y despierta lo que duerme en nosotros: el amor por la poesía, el amor por la palabra viva de Watanabe.

Mito, cuerpo y... cumple el cometido de Camilo Fernández Cozman porque con esta aproximación se aprende a valorar la poesía de Watanabe. Tras leer el ensayo, queda uno prendado de la palabra de un poeta que humilde nos ofrenda su sensibilidad y la aspereza de su palabra y una manera nueva de expresión poética. La sensación que nos deja es que hemos pasado por alto al poeta y su palabra, y que nunca es tarde para sentir su poesía tan nuestra. Es momento de aspirar la fragancia de esa flor, esa poesía de muchas fragancias. Y Fernández Cozman ha aportado a favor su tiempo y su conocimiento para decirnos a qué aromas sabe la inspiración de José Watanabe Varas (1945-2007).

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