Entre dos fuegos

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Fuente: La Primera, Lima 21/03/10
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/cultura/entre-dos-fuegos_59008.html

Habla el historiador Manuel Luis Valenzuela Marroquín, quien ha publicado El teatro de la guerra. La violencia política de Sendero Luminoso a través del teatro. Un libro para reflexionar.

-¿Cuánto daño real ha hecho Sendero Luminoso a la cultura peruana?
-La cultura no es un objeto que se rompe o malogra. Cultura es todo lo que hacemos, desde lo material hasta lo ideal; creencias, organización, todo. La cultura es dinámica, está en constante cambio. En esos años de violencia se dieron innumerables cambios, algunos para mal, pero querer medir el daño es subjetivo.

-¿Por qué se usaba precisamente el teatro?
-El teatro tiene una ventaja por encima de las otras artes y es que las sintetiza. En el teatro llega el mensaje textual y visual, es una herramienta pedagógica que ayuda a fijar memorias, claro está que la memoria se fija desde una perspectiva, no todos los recuerdos son iguales.

-¿Fue un método para conseguir adeptos?
-Fue de uso espontáneo. Según mi investigación, no es que hayan tenido una línea política de hacer teatro para conseguir militantes. El teatro, la danza, la Música y la pintura surgían y como es lógico tenían un mensaje político sobre su organización. Todas las artes cumplen una función educadora, pero también liberadora, es parte de la expresión espontánea de los seres humanos. El teatro fue de uso común en la izquierda de los 70 y 80, Patria Roja, el PUM y otros hacían teatro, su objetivo era propaganda y llegar a las masas, no es novedad de Sendero.

-¿Por qué era un teatro campesino? ¿Qué tiene que ver el teatro que escribió Brecht?
-Influye mucho el teatro de Víctor Zavala, no porque él fuera militante de Sendero, sino porque su teatro marcó una época, dio un giro al teatro de esa época porque elaboró un teatro de compromiso social, que toma muchos elementos de Brecht. El teatro de grupo que surge luego toma elementos del teatro de Zavala; el teatro de Sendero ingresa en esa propuesta.

-¿Qué hemos aprendido de los años de la insana violencia de Sendero? ¿Cuál es la lección?
-Hemos tenido pocos aprendizajes, 30 años después de esta etapa de violencia aún se conservan las causas de la misma. Pobreza, centralismo, analfabetismo, ausentismo estatal. Sólo nos queda reconocer los errores pasados para que no se repitan.