César Vallejo
El poeta del dolor humano El poeta del dolor humano

Por César Machaca Escobar
Fuente: Los Andes, Puno 16/05/10
http://www.losandes.com.pe/Cultural/20100516/36101.html

"Hasta cuándo estaremos esperando lo que
no se nos debe…Y en qué recodo estiraremos
nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo
la cruz que nos alienta no detendrá sus remos…"
(La cena miserable)

 

Vallejo demuestra el compromiso con el dolor humano del hombre, es universal sin dejar de ser peruano. Cultivó el vanguardismo y se constituyó como el más grande poeta universal, con identidad fortalecida y que plasmó en sus escritos.

Cesar Vallejo Abraham Mendoza escribió: poesía, novela, cuento, ensayo y una serie de artículos periodísticos. Nació el 16 de marzo de 1892, en Santiago de Chuco, departamento de la Libertad; de calles anchas y tranquilas. Casa de quincha y adobe; amplia y de dos pisos, ubicada en la calle Colón, del barrio Cajabamba, fue el menor de los once hermanos. Sus padres fueron don Francisco Vallejo, quien era defensor de pleitos (abogado popular), y doña Santos Mendoza una madre digna y entrañable. Es el autor más célebre de la literatura peruana y a la vez supo asimilar un clima innovador en sus obras como son en el género Lirico: Los Heraldos Negros (1918), Trilce (1922), España Aparta de mí Este Cáliz (1937), Poemas Humanos (1939/Póstuma), Poemas en Prosa (1939/ Póstuma). En Narrativa: Paco Yunque (1923), Fabla Salvaje (1923), Escalas Melografiadas (1924), Tungsteno (1925), Hacia el Reino de Sciris, Cera. En Ensayo: Rusia Ante el Segundo Plan Quinquenal, El Arte y la Revolución (1931), Contra el Secreto Profesional, Rusia 1931. En Teatro: La Piedra Cansada (1937), Hermanos Colacho, Lockout, Entre dos Orillas Corre el Rio, Mampar y Crónicas (1920-21).

Sus primeras letras aprendió en el colegio Municipal de aquella localidad (1900), a los doce años inicia sus estudios secundarios en el Colegio Nacional San Nicolás de Huamachuco (1905), quien era un alumno encima del promedio y confiesa a sus compañeros que tiene interés por la Medicina, concluyendo la secundaria retorna a su tierra natal (1909) y realiza trabajos menores, posteriormente Viaja a Trujillo y se inscribe en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional de Trujillo, aquí se le conoce como un brillante estudiante y viaja a la capital del Perú, es decir Lima, con la intención de titularse de Médico, sin embargo tuvo que renunciar esta aspiración por situaciones económicas, en el que abandona ambos centros de estudio de tal forma que trabaja en la mina Quiruvilca, en donde le marcó las injusticias profundamente.

En 1911, se va a Huánuco, como maestro de los hijos de un magnate hacendado, un año después labora en la azucarera Roma, en el departamento de la Libertad a pocos kilómetros de Trujillo, ocupándose en labores administrativas, donde es ayudante de un cajero, allí pudo ser testigo de los actos más inhumanos, quien a la vez hizo un contraste entre: la soberbia, la miseria y la explotación. Esto hace que el escriba y nadie pudo traducir un verso como él lo ha demostrado acerca del dolor humano, es parte de su experiencia vivida como consecuencia de ello él no es ajeno a la cólera del pobre, de lo contrario él se pone en empatía y describe, donde refleja la sensibilidad y la emoción social (sentimiento). Después, de tres años por supuesto reanuda sus estudios en la Universidad de Trujillo, mas tarde obtiene el grado de Bachiller en literatura con la tesis “El Romanticismo en la Poesía Castellana”, de la misma manera enseña en el Centro Educativo Estatal 241, la asignatura de Ciencias Naturales en el Nivel Primario. Más tarde es nombrado en Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, donde tuvo de alumno a Ciro Alegría, un genial novelista.

Vallejo estaba hospedado en el hotel “El Arco-Lima” (1915), sin embargo, el dolor lo consume al leer la carta, donde se informa que su hermano Miguel fallece y evoca “Ahora yo que estoy en el poyo de la casa, /donde nos haces una falta sin fondo!/Me acuerdo que jugábamos esta hora y que mamá/ nos acariciaba Pero, hijos…” (A mi hermano Miguel). En 1917, escribe los primeros versos de Los Heraldos Negros. Vallejo conoció a muchos intelectos y políticos, donde fortalece más su inclinación hacia la literatura gracias a la actividad intensa y la perseverancia. Su formación intelectual fue influido por integrantes del grupo “Bohemia”, quien fue parte, posteriormente es el “Grupo Norte”, el cual fue dirigido por Antenor Orrego (filósofo) junto a José Eulogio Garrido (periodista), Macedonio de la Torre (pintor), Alcides Espelucín (poeta), Víctor Raúl Haya de la Torre (dramaturgo y político), entre otros. Vallejo lee y discute sobre Miguel Unamuno, Rubén Darío, Baudelaire, Rimbaud. En sus días de polémica se entretenían tomando café, licor.

Antenor Orrego conocía muchachas como Mirtha, a quien le agradaba la poesía mas dos chicas que le entusiasmaron a Vallejo, en aquella ocasión Haya le dedica una pieza teatral denominado “Triunfa vanidad”. En sus días nostálgicos prosa este poema “Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce querida Rita, de junco y capulí; /ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita/ la sangre como flojo cognac, dentro de mí”. (Idilio Muerto). Esto no tiene evidencias que confirmen la verdadera relación sentimental, pero el verdadero enamoramiento viene después. En 1918, viaja a Lima y lleva el poemario Los Heraldos Negros, entabla amistad con Gonzáles Prada, José María Eguren y Abraham Valdelomar (El Conde de Lemos).

A mediados de este año, canta y pasea en Lima, luego conoce a Otilia Villanueva, en un Bar Café, de quien se enamora, donde Vallejo la amó (solo sabía amar), pero también sentía celos; esta relación duró un año, luego fue un caminante solitario y dice “En el rincón aquel donde dormimos juntos/tantas noches, ahora me he sentado/a caminar. La cuja de los novios difuntos/fue sacada, o talvez qué habrá pasado” (XV-Trilce), en sus días más difíciles en agosto de este año recibe el telegrama de su hermano Víctor, en el que se entera de la ingrata noticia de la muerte de su madre, quien vive la crueldad del destino y dice “Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé! /Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, /la resaca de todo lo sufrido/se empozara en el alma... Yo no sé! (Los Heraldos Negros).

En 1919, envía sus primeros poemas para la revista Variedades, dirigido por Clemente Palma, quien le aconseja que se olvide de la poesía. Publica y distribuye la primera edición de “Los Heraldos Negros”, donde considera, Prada, Valdelomar, Eguren, que iba más allá del modernismo y entabla amistad con Luis Alberto Sánchez. A mediados de este año sigue cursos en la Universidad Nacional de San Marcos, con el fin de alcanzar un doctorado, pero los problemas económicos truncaron esta aspiración, por el cual decide partir a Europa-Paris, a la tierra de los intelectuales, pero antes de ello regresa en 1920, a Santiago de Chuco, donde permanece tres meses y llega la festividad de San Santiago Apóstol, en donde asistieron sus amigos del “Grupo Norte”, pero la fiesta terminó en enfrentamiento entre los partidarios de Pardo y Leguía. Vallejo, es acusado injustamente y huye a Trujillo, hasta que se aclare el incidente, pero es detenido y conducido a la cárcel, durante tres meses y medio (113 días), después de la liberación sus amigos festejaron y partió hacia Lima llevando el poemario Trilce.

En 1921, gana el premio literario con el cuento “Mas allá de la Vida y de la Muerte”. En 1922, se publica la primera edición de Trilce. Luis Alberto Sánchez afirma que es un poemario incomprensible y estrambótico. Posteriormente, en una carta enviada a Antenor Orrego, afirma el mismo Vallejo, que escribe Trilce, con el fin de liberarse de la influencia de las corrientes literarias y donde indica “ciento gravitar”. En 1923, corre el riesgo con la reapertura del proceso y también es desplazado de su trabajo como docente en Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, entonces decide viajar a Paris, pero antes de eso pública “Escalas Melografiadas” (relatos) y “Fabla Salvaje” (novela corta), luego parte en un modestísimo de tercera clase vapor oroya (el mismo año) y arriba el 13 de Julio, a la ciudad de Paris, donde tuvo una vida dura, con un ingreso económico eficiente durante dos años pasa el hambre dolencias físicas.

En 1924, le llega el telegrama y se entera que su padre fallece, se relaciona con Víctor Huidobro y Juan Larrea. En octubre del mismo año se interna en el Hospital, para su tratamiento de una hemorragia intestinal, donde él denominaba la casa del dolor. Al año siguiente, trabaja en grandes periódicos Iberoamericanos y mejora su situación económica al colaborar en la revista Mundial, Variedades, El Comercio y Amauta. Por sus colaboraciones, José Carlos Mariátegui reconoce la nobleza de su poesía. Paris también es la ciudad del amor, donde conoce a dos muchachas: Henriette Maisse y Georgette F, quien con esta última, en sus días de bonanza, no duda en gastar mas de lo bebido. Esta pareja no tuvo una casa formal, siempre estuvieron mudándose, uno de los hoteles por donde pasó fue por el Richelieu, donde quedó una placa.

En 1926, Borges, Huidobro e Hidalgo lo incluyen en el nuevo índice de la Poesía Americana, escribe la novela “Hacia el Reyno de los Sciris”, convive con Henriette Maisse. Era 1927, escribe su poema “Lomo de las Sagradas Escrituras”. En 1928, Vallejo, vive la segunda faceta de su vida ya cuenta con un sustento adecuado, se conoce y convive con la bellísima Georgette Pillippart. Asume el marxismo para tener una sociedad mas justa y por su cercanía a ideas marxistas ortodoxas y producto de su ideología, hace viajes a la Unión Soviética, forjando otros pensamientos. Viajó tres veces en cuatro años, en donde escribe Rusia ante el Segundo Plan Quinquenal. Vallejo, cultiva la fe en Santiago Apóstol, donde encarga a su hermano Víctor a orar por él mas, a pesar de ser marxista. En 1929, realiza un viaje por Europa. En 1930, es expulsado de Francia y se va a España (1931), allí escribe y publica Tungsteno, sin embargo Paco Yunque su mejor obra fue rechazado por los editores, por ser muy triste. Conoce a Rafael Alberti, Federico García Lorca, etc.

En 1932, solicita permiso para volver a Paris, a su retorno escribe incesantemente (drama, comedia, ensayo), pero no encontró editores y continúa en escasez (tercera faceta), donde vive con su pareja en hoteles modestos, pasan penurias, no tienen casa y no cuentan con dinero. En 1933, vende el departamento de su pareja y viven en hoteles temporalmente, como consecuencia de ello solían estar hospedados en hoteles por pocos días, debido a la ajustada situación económica en que pasaban. No podían estar en un solo hotel, porque se les terminaba el dinero. En 1934, se casa con Georgette Pillippart y escribe “Colacho Hermanos”. En 1936, apoya a la República española, en julio de este año; inicia la Guerra Civil, donde describe la muerte. Era 1937 y asiste al Congreso de la Defensa de la Cultura, como representante del Perú, a donde asistieron escritores antifascistas como Pablo Neruda, Octavio Paz, Antonio Machado, John Dos Pasos, H. Hemingway, André Marro. Escribe “España Aparta de mí este cáliz” y “Poemas Humanos”. Era marzo de 1938, tiene una fiebre persistente y es internado en el Hospital, se debilita más y fallece el 15 de abril a las 9:30 am.

Desde aquel día de su partida apreciamos la ausencia de la más grande expresión poética del Perú y Universal como el vate de raigambre, pues las huellas que dejó trascendieron a través del tiempo por su carácter universal y su compromiso con la angustia, melancolía, cólera y el dolor humano existencial en el hombre, lo cual hace que se consolida como un poeta-filósofo y esto constituye un rasgo muy original que lo ha consagrado como vate mundial. Lo andinista se destila en él y filtra su tristeza resignada, su protesta permanente, su inclinación a lo cotidiano; sin embargo no es por andinista ni por comunista, entonces Vallejo es el poeta del dolor humano al utilizar en su poética diferentes elementos como “ismos”, que hicieron nacer al vanguardismo, el cual convoca día a día, a más admiradores de su obra, no sólo en el Perú, sino también en el extranjero.

Fallece en Paris, el 15 de abril (un viernes santo), de 1938. Sus restos son inhumados en el camposanto del “Montparnasse”, fecha en la cual se conmemora los 72 años de su partida, a sus 46 años de vida. En su ausencia se rememora con tanto respeto y admiración al ilustre poeta del “dolor humano”, quien supo sobre salir en los momentos más difíciles como la miseria en Paris y finalmente expresa su sentimiento profético: Me moriré en Paris con aguacero, /un día en el cual ya tengo el recuerdo. /Me moriré en Paris-y no me corro-/talvez un jueves, como es hoy, de otoño./Jueves será, porque hoy, jueves, que proso/estos versos, los húmeros me he puesto/a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,/ con todo mi camino, a verme solo./César Vallejo ha muerto, le  pegaban /todos sin que él les haga nada;/le daban duro y con un palo y duro/También con una soga; son testigos/Los días jueves y los huesos húmeros,/ la soledad ,la lluvia, los caminos… (Piedra negra sobre piedra blanca).

En sus inicios, el precursor del vanguardismo, recibió elogios pero también críticas duras que hieren el corazón, como la de Clemente Palma, quien afirmó que le faltaba mucho para ser encumbrado como escritor. Posteriormente, Vallejo, con la publicación de los “Heraldos Negros”, rompe la frivolidad de los vates ebúrneos que solo se dedicaban a adornar el lenguaje, de lo contrario él se compromete con el ser humano desgarrado, a partir de esto le da un nuevo rumbo a la poesía y más aún con Trilce, cuyo contenido era la experimentación del lenguaje, es decir, transgredía el lenguaje, y Orrego anticipaba al afirmar que sería el primer poeta de América, a la muerte de Rubén Darío.

Vallejo forma parte de la generación de Mariátegui, Raúl Porras Barrenechea, Jorge Basadre Grohmann, grandes pensadores peruanos que constituyeron las altas esferas de la intelectualidad. Vallejo, quien con su lucha alcanzó la tarea esencial del poeta, al querer humanizar y pretender alcanzar un espíritu más fraterno y universal.
 

Bibliografía Consultada

-Anónimo. “Vida y obras” Sin editorial consignada
-Vallejo, César. “Los Heraldos Negros”. Corporación Editora Chirre S.A. Lima. Primera edición Lima.2006.
-Vallejo, César. “Trilce”. Corporación Editora Chirre S.A. Lima. Primera edición Lima. 2006.
- “Grandes Biografías”. (Documental).

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