Manuel Pantigoso
Poeta de sensaciones

Por
Fuente: Expreso, Lima 29/10/08
http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=36421&Itemid=37

El reconocido vate peruano nos habla sobre su visión personal de la poesía y del homenaje “El cristal que nos mira”.


–¿Qué significado tiene la poesía para usted?
Me preguntaron eso mismo cuando recién comenzaba a escribir, y en ese entonces no supe qué responder porque en realidad es complicado, la pregunta misma es difícil, sin embargo yo respondí que a través de la poesía me puedo conocer mejor. Porque siempre he querido y quiero conocerme, la incógnita mayor soy yo mismo, quiero saber quién soy, entonces la poesía gracias a su capacidad de revelar me ayudaba. Pero me di cuenta con el tiempo que si bien la poesía me revelaba, al mismo tiempo revelaba lo que era ella. Comencé a preguntarle entonces a la poesía ¿quién eres?

–¿Y qué es lo que caracteriza principalmente a sus poemas?
En mis últimos libros he reacomodado mi propio lenguaje para darle una cierta menos oscuridad, pero esta ha prevalecido y se mantiene lo que para mí es fundamental. Soy un poeta de atmósferas y de sensaciones. Canto, no cuento, que es diferente. No hay personajes que realizan determinadas acciones específicas o claras, pero lo que sí hago es resolver el poema por el lado de las emociones y sentimientos que me provoca eso que estoy escribiendo. Puedo hablar sobre el río o sobre el árbol pero no va a aparecer ni río ni árbol, la sensación, el transcurrir de la frescura del aire que se respira, de la búsqueda de una dimensión más cristalina, más pura, eso me interesa, no tanto contar cosas específicas. Para que el lector sienta el poema. Mi proceso de desarrollo siempre ha tenido la característica de quedar en suspenso, que dice y no dice, que se contradice, que está más próximo a la verdad y a la realidad porque es absolutamente desordenada y anárquica.

–¿Qué opinión tiene sobre el ensayo “Zócalo y Extramares”, de Rosa Luz Miranda, un estudio sobre el conjunto de su obra poética
Lo que aparece y significa este libro es un premio nacional. Rosa Luz, que había desarrollado una amistad y gran admiración por mí, se hizo la gran promesa de escribirme un libro y me lo advirtió. Cuando estuvo listo y editado, me sentí premiado, feliz de que ella me estuviese recordando como el maestro que fui y según ella nunca he dejado de serlo.

–Además de este estudio,  se presentaron otros más en el homenaje que le realizaron, denominado “El cristal que nos mira”…
Se presentó “Antología Pessoal”, libro traducido al portugués, premiado por la editorial Thesaurus, que es la más importante de Brasil. En el libro aparecen los poetas premiados que me antecedieron y que fueron el jurado para este galardón, ahora estoy en ese grupo para premiar al décimo que viene en la próxima bienal. También presentaron “Los Pantigoso. Poética del Color y la Palabra”, un discurso de Roland Forgues, ese gran peruanista, que había presentado mi libro “Manuel Domingo Pantigoso, fundador de los Independientes” en París, al conmemorarse los ochenta años de la primera exposición de mi padre en Europa, casi con toda la obra de mi padre y con estudios críticos, donde cada una de las partes a nivel temático se inicia con un poema mío. Esos poemas que suman quince fueron colocados en “En–clave de sol del color”, traducidos al francés, con ilustraciones de mi padre, que constituye un trabajo de Jesús Ruiz Durand, una edición bellísima.

–Finalmente, ¿qué próximo proyecto tiene planeado realizar?
Quiero hacer un montón de cosas para el próximo año, con motivo del cuarenta aniversario de la Universidad Ricardo Palma. Realizaré un teatro poético con los mitos del Perú, para eso estoy escribiendo mitos en poesía como Inkarri y Vichama, un proyecto que me tiene muy entusiasmado. También quiero escribir sobre el Jardín de Magdalena, el lugar donde pasé mi infancia con mi madre española y mi padre artista, donde jugaba con César Calvo entre nísperos, platanales, guayabas e higueras, el símbolo del paraíso terrenal y de los orígenes.

El dato
Manuel Pantigoso Pecero (Lima, 1936) ha escrito los poemarios “Salamandra de Hojalata” (1977), “Sydal” (1979), “Reloj de flora” (1981), “Contrapunto de la mitomanía” (1982), “Curso DizCorde” (1983), “Nazca” (1986), “Antología personal Re/verso An/verso” (1988), “Amaromar” (1993), “Calicantos de la pared del viento” (1998), y “Arte–misa” (1998).  
 

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