Por Susana Mendoza Sheen
Fuente: Diario El Peruano
http://www.elperuano.com.pe/edc/2010/04/19/cul1.asp
Sara Joffré comenta su experiencia como jurado de Casa de las Américas.
Lamenta que autores dejen de participar en concurso por prejuicios.
Asegura que hoy existe una efervescencia en las artes escénicas.
Sara Joffré fue invitada este año al Premio Casa de las Américas 2010 como jurado en el área de teatro. Un honor, como dice ella, para quien el teatro de nuestro país vive una efervescencia en dramaturgia.
¿Qué le sorprendió de esta versión del Premio Casa de las Américas?
–Conocer que uno de los miembros del jurado, Raúl Martín, director de un grupo de teatro en Cuba, recibió un cine viejo para remodelarlo y convertirlo en sala, y que un colectivo de obreros le ayudó a hacerlo.
¿Qué evaluó usted en el concurso?
–Se presentaron 138 obras, de las cuales 78 fueron de Argentina. Esto, porque los argentinos son personas muy bien informadas. Hay mucho teatro en su país, pero sobre todo no desprecian esta oportunidad de participar en el premio Casa de las Américas, no tienen pruritos en contra.
Para usted no hay una producción irregular de teatro...
–En parte, creo, existe prejuicio de la gente en que ganarse un premio Casa de las Américas es adherirse al régimen. Pero para saber las causas determinadas, hay que hacer una investigación, digo yo.
¿Quién ganó la obra?
–El Salvador. Una obra escrita por una mujer, Jorgelina Cerritos, Al otro lado del mar. Toca un tema caro y común a los países, llamémoslos tercermundistas, que es el documento de identidad. El indocumentado. Un tema común, universal, tierno y sentido que la autora abordó con mucha ironía, y con dos personajes. Hasta ahora no obtengo una copia...
¿Piensa montarla?
–No tanto, yo ya no pienso en dirigir, en lo que más pienso es en editar, en ver obras de otros, en promover, aunque mi capacidad sea pequeña.
¿Cómo es la producción de teatro en el Perú?
–Ahora hay como una efervescencia en la dramaturgia. En mayo organizamos un evento con jóvenes dramaturgos peruanos.
¿Sigue siendo una gran admiradora de Bertolt Brecht?
–Imagínese que me pusieron "la viuda de Brecht”. Ese fue Luis Freire en el diario El Sol, que brilló muy poco, jajaja. Pero Brecht es un talento. Tiene una manera clara de ver la vida: juega con los antihéroes. Para mí, Brecht es como un amigo al que recuerdo. Y es bueno como lo es Federico García Lorca o Lope de Vega. A ellos los admiro, y admirarlos para mí es usándolos para la vida diaria.
Datos
La invitación para integrar el jurado en teatro la recibió en junio de 2009.
La acompañaron Teki Andino (Ecuador, 1962) y Raúl Martin (Cuba, 1966).
Las dos menciones honrosas fueron una para el cubano Cheri Mendizábal Álvarez, con Las dos caras de la moneda; y para el uruguayo Sergio Blanco, con su obra Barbarie.