Por Jorge Tume Quiroga
Fuente: Correo, La Libertad 31 de Marzo del 2010
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php? txtEdi_id=21&txt; Secci_parent=&txtSecci_id=73&txtNota_id=318673
Mientras el hampa le gana de lejos al Estado y a sus instituciones armadas; mientras la tierra sigue contaminándose aceleradamente; mientras Crousillat juega al gato y al ratón con la eficiente policía; mientras algunos delincuentes y corruptos reciclados se aprestan a tomar por asalto las municipalidades y gobiernos regionales en las elecciones de este año; aún tenemos motivos para celebrar y persistir en la esperanza de un mundo mejor.
Esta semana estoy celebrando la conquista del importante premio Copé Internacional de Novela por el excelente escritor y amigo Sócrates Zuzunaga, aquel de las magistrales y tiernas novelas Takacho, Takachito, Tackachín, Zorrito de puna y Negracha o del hilarante libro Taita Serapio. Esta es una buena noticia porque confirma la importante pluma de este escriba ayacuchano que tiene la facultad de hacer magia con las palabras y remontarnos a la ternura de los tiempos andados. Decimos confirma, porque este escritor, de mirada taciturna, ha ganado el Premio Nacional de Educación Horacio en tres oportunidades (1994, 1999 y 2000); en cuatro oportunidades el Concurso del Cuento de las mil palabras, organizado por la revista Caretas; Concurso de Cuento Inca Garcilaso de la Vega, convocado por la Casa de España; Primer Premio Nacional de Literatura Quechua de la Universidad Federico Villareal en cuento (2000) y en poesía (2006); tres veces distinguido en las bienales de cuento Premio Copé; finalista en el Premio Juan Rulfo (Francia); entre otros. Es decir, toda una autoridad en las letras.
A Sócrates lo había leído hacía mucho tiempo, pero lo conocí personalmente el año pasado a raíz de las ferias de libros que INFOLECTURA organizó en diferentes colegios de Trujillo. Entre vinos y huaynos, que como agua pura brotaban de su mandolina, confirmamos que es un hombre que vive para escribir y escribe para vivir.
Lo que me alegra es que su obra ya está teniendo la difusión que merece, sobre todo en Trujillo. Muchos niños y jóvenes trujillanos están disfrutando de sus obras, como parte del Plan Lector, en las buenas ediciones del sello Altazor. Esto es un gran avance pues ya estamos cansados de que a los estudiantes, primero se les exija leer obras literarias de realidades ajenas antes que aquellas que describen la riqueza y belleza de nuestro Perú, como las de Sócrates.
Aplausos para ti, Sócrates del alma. Gracias por regalarnos esas bellas historias; gracias por hacernos ver que la temática andina, telúrica, profunda, está todavía vigente y, sobre todo, con nuevos bríos. Gracias por pensar en la humanidad cuando dices: Quisiera que mis libros ayuden a las personas a ser mejores, a comprender mejor el mundo donde he vivido, a purificar su alma; que su lectura despierte el amor en el hombre, el afán de luchar activamente por los ideales de humanismo y progreso de nuestros pueblos olvidados.