Por Francisco Ángeles
Fuente: La Primera, Lima 04/09/06
Los ocho cuentos que componen Las islas (sic Libros), de Carlos Yushimito del Valle (Lima, 1977) tienen a Brasil como escenario. Con un lenguaje elaborado, fluido y con altos momentos de lirismo, Yushimito se adentra en el mundo de las favelas para describirnos un universo violento, donde son cotidianos el crimen, la venganza y la muerte.
–El de tu libro no es un Brasil de postal, ni tampoco un Brasil exótico. Sin embargo, uno percibe que las historias tienen en Brasil su escenario natural, que no podrían ocurrir en otro lugar...
–Me interesaba el tema musical y pensé que el mejor contexto era Brasil porque es una sociedad muy festiva. Justamente por la relación con la música, sentía que no había otra forma de representar a Brasil que con un lenguaje con mucho ritmo.
Es cierto que Fonseca lo hace con un lenguaje seco, donde se nota el trabajo de guión, pero yo necesitaba uno que se pudiera sentir muy brasileño. Para eso me sirvió mucho leer a Guimaraes Rosa.
–Tus cuentos transcurren en el mundo de las favelas que, de alguna manera, es una realidad latinoamericana, no sólo brasileña…
–La idea era hacer la épica urbana de una favela, pero me interesa que a partir de allí los cuentos puedan leerse como parte de una unidad latinoamericana. Los personajes son periféricos, marginales, podrían ser peruanos o ecuatorianos. Escribir sobre el Perú me hubiera sido difícil, estoy muy cerca de esa realidad.
Hablar de Brasil, en cambio, me daba cierta libertad. Empero, lo principal son las relaciones humanas, el trabajo con los personajes, que sí son más regionales, no sólo brasileños.
–Se suele decir que Brasil es un lugar próximo, pero a la vez lejano, una especie de territorio desconocido. ¿Es de algún modo como la literatura?
–Puede ser una interpretación, pero ahí lo interesante es que la literatura brasileña tampoco es muy conocida. Ahora conocemos a Fonseca, que ya es un escritor de culto en el Perú, están Guimaraes Rosa y poetas como Drumond de Andrade, que es extraordinario. Ojalá mi libro pueda ser una aproximación a la literatura brasileña. Es una especie de homenaje a Brasil, a sus escritores, a su cultura.
–Una isla es un universo delimitado y autónomo, pero se inscribe dentro de otro, igual que las favelas...
–Hay una leyenda celta del siglo XI que habla de una isla perdida en mitad del mar que se llamaba Brasil. Cuando llegaron los portugueses creyeron que era el paraíso. A mí me interesa ese episodio, el descubrimiento del país desconocido, que es mi descubrimiento como escritor.
En ese sentido sí es análogo a la literatura, que permite descubrimientos bajo una nueva perspectiva. Por otro lado, “las islas” pueden ser también todos los países latinoamericanos, porque estamos alejados y porque esos países soñados que fueron descubiertos son hasta cierto punto imaginarios.
–Finalmente, ¿cómo evalúas a la narrativa actual?
–Veo que hay mucha metaliteratura. La mayoría de escritores nuevos estudian o han estudiado literatura, y parece que están ansiosos de mostrar sus lecturas. Yo no me identifico con esa línea.
Si tuviera que ubicarme, me siento más cercano a Daniel Alarcón. Pero veo que, en general, la literatura que se escribe ahora es superior a la que se publicó en los noventa, la del realismo sucio, a la que veo impostada, con menos lecturas y una tendencia más posera. Ahora hay mayor ambición.
Datos
Carlos Yushimito ganó el Primer Premio Carlos Eduardo Zavaleta de Cuentos (UNMSM) el año 2002. Entre sus próximos proyectos está la culminación, para finales del 2007, de una novela policial ambientada en Brasilia.