Blanca Varela
La vigencia de Blanca Varela<br>Cinco voces La vigencia de Blanca Varela
Cinco voces


Por Giovanna Pollarolo
Fuente: Suplemento El Dominical, Diario El Comercio, 6 de Octubre de 2010
http://elcomercio.pe/edicionimpresa/html/2007-10-06/imecdominical0795020.html

¿Por qué es importante la poesía de Blanca Varela? ¿Qué experiencia suscita la lectura de sus poemas? ¿Cuál es su aporte a las letras peruanas? Un grupo de reconocidos poetas responde estas preguntas que nos acercan a una poética admirablemente singular dentro del universo hispanoamericano.

"ES INAGOTABLE"
Giovanna Pollarolo
Podría responder porque su poética construye una escritura nueva, absolutamente personal e inimitable; o porque su poesía es un ejemplo de rigor, exigencia y honestidad; o porque nos descubre con la palabra exacta, sin adornos y lejos de cualquier signo de autocompasión, los mundos del dolor, la desesperanza, la incomunicación, la muerte. Poesía dura, lacerante que no busca complacer pero que está escrita desde la más profunda humanidad. También, porque es la única poeta mujer de la generación de los 50. Pero ya todo esto ha sido mucho mejor elaborado por estudiosos y críticos de la obra de Blanca Varela. Quizás, la respuesta más sencilla y auténtica que como lectora de su poesía puedo dar a la pregunta sobre la importancia de su poesía es que esta es inagotable. Cada poema de Blanca puede ser leído una y mil veces; y cada lectura descubre una luz nueva, nos revela aquello que antes no fuimos capaces de ver.

"BELLEZA LÚCIDA Y DESCARNADA"
Rossella di Paolo
"Ve lo que has hecho de mí....", hace unos días comentábamos en clase el poema Vals del "ángelus", de Blanca Varela. Siempre me impacta esa belleza lúcida y descarnada que parece descolocar minuciosamente a esa otra beatífica belleza con que fue alimentado nuestro inconsciente durante siglos gracias a pinturas como la Anunciación de Leonardo da Vinci. En el poema, la posible confrontación entre estas dos formas de belleza multiplica sus respectivos significados, los vuelve inagotables. Como ese, cada poema de Blanca Varela plantea alguna forma de combate, donde, además, los contendores cambian en cada golpe. Si eso no se parece a la vida, no sé qué se le parecería. Si eso no se parece al absurdo de la vida, no sé qué se le parecería. Y no hay salida, "...en esta ineludible cámara de tortura, guiándome con sangre y con gemidos, ciega por obra y gracia de tu divina baba". No hay salida. "¿Qué más quieres de mí?".

"PUNZANTE Y DESGARRADA"
Luis Fernando Chueca
Una de las imágenes que más recuerdo de la poesía de Blanca Varela está en "Último poema de junio", el texto que abre Ejercicios materiales; en ella, la hablante lírica se menciona como "tu agónica niña, flamante y negra como una aguja que atraviesa un collar de ojos recién abiertos". Así, contra todo "preciosismo bienvestido", Varela deja constancia de la necesaria herida sobre la mirada para aproximarse a la revelación poética. Frente a la educada y conformista visión -aquella a la que Luis Buñuel sometió a violento tajo en Un perro andaluz-, nuestra poeta mayor también se ha rebelado. Por ello, su palabra, plena de belleza, es a la vez -e inevitablemente- punzante y desgarrada. Imprescindible, entonces, su lacerante voz; indispensable su capacidad de hurgar en los silencios.

"HERMOSA EN SU ÁSPERA TERNURA"
Ana María Gazzolo
La importancia de la obra de un escritor puede ser medida en relación con su propia evolución y con la tradición en la que se inserta, la de los límites nacionales y la más amplia de la lengua. Blanca Varela ha dado forma a una poesía que independiza su voz de la de los poetas de su generación y la hace singular incluso en el marco de la lengua española. De la conjunción del mundo creado y un verso cada vez más exigido, han surgido marcas de su riguroso trato con la palabra; la precisión, la ironía, la imagen que no apunta a la brillantez, el tono de quien no hace concesiones, el autocuestionamiento, entonan su poesía, hermosa en su áspera ternura, con un siglo difícil.

"VOZ QUE EMOCIONA, QUE SUBVIERTE"
Luis La Hoz
Blanca Varela pertenece a la estirpe de Eguren, de Vallejo, de Martín Adán, de Eielson, de Belli. Esa estirpe de poetas de raza, únicos, irrepetibles. Cada uno con una voz que es de todos y es de nadie. Voz que emociona, que subvierte, que descubre, que enseña algo, tal vez solo un resquicio de algo. Y la poesía de Blanca Varela lo hace desde un lenguaje de alfiler, exacto, puntiagudo, con un brillo plateado. Su palabra es económica pero llena de luz, amarga pero con una extraña y dulce sabiduría. Todo en Blanca Varela nos conmueve.

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