José De Piérola
"En el ajedrez hallamos la gran metáfora de la libertad"

Por Pedro Escribano
Fuente: La República 31/05/05

Su pasión por el ajedrez ha hecho que el narrador José de Piérola se embarcara en una historia que trata de contar los orígenes del juego ciencia. El escritor acaba de publicar la novela Shatranj, el juego de los reyes (Ed. Norma).

La historia se sitúa en el siglo VII en lo que es ahora Irán. Según De Piérola, el vocablo shatranj, proviene de la lengua pahlavi: sha, significa rey y tranj, juego.

La historia cuenta que la princesa Deyazad, una joven de 16 años, luego de convencer a su padre, logra salir del palacio para visitar la Ciudad de los Domos, un emporio comercial. Pero la princesa sin embargo cede su lugar a su criada Alisha para tomar ella el rol de esta. Así, de criada, llega a Domos. Allí conoce a un artesano de quien se enamora. La historia confluye a que ambos se reúnan y luchen contra las barreras sociales para ser felices. En sus horas de solaz, inventan el ajedrez.
 

-¿Es la biografía del ajedrez?
-Más bien la crónica de su nacimiento, dónde empezó y por qué pudo empezar en esa época. Época en que decae el imperio persa y se expande el imperio árabe, lo que permite un tránsito que, por un lado, implica un cambio de religión y, por otro, nuevas condiciones sociales, como los migrantes.

-¿El ajedrez es juego de estrategias, si se quiere, de guerra?
-También incluye elementos básicos, de alguna manera puede ser una metáfora de la vida. Tiene ciertas reglas fijas: te ofrece tres situaciones: una, puedes tomar decisiones; dos, asumirlas con responsabilidad; y tres, aceptar las consecuencias de tus decisiones, porque una vez que mueves tus fichas, ya no se puede volver atrás. Solo tienes que gozarlas o padecerlas.

-Una filosofía para la vida.
-Fue un cambio filosófico gigantesco, darle al ser humano el libre albedrío, pero al mismo tiempo darle responsabilidad.

-Otra metáfora del ajedrez es la de las jerarquías sociales.
-Eso también se grafica en la novela. La princesa Deyzad se enamora de un artesano.

-Que es el peón…
-Sí, es peón en varios sentidos, porque es un artesano y además un inmigrante. La novela está situada en una región de Irán que era una ruta comercial y también ruta de migrantes. El artesano está en el fondo de la escala social.

-Pero es la princesa quien mira al artesano.
-Sí, pero después se miran mutuamente. Lo que les permite estar junto no solo es cuestionar las convenciones sociales, sino evitarlas para lograr su objetivo, que es la vida en común.


Juego de la libertad

-Metaforiza la vida humana, ¿en qué medida tu novela se acerca a nuestro presente?

-De varias maneras, pero la más importante para mí es la princesa, una mujer que vive en una época en la cual hay muchas restricciones, pero dentro de esas restricciones ella trata de imaginar cómo puede saltarse esas prohibiciones para lograr lo que ella quiere. Es decir, cómo jugar con las convenciones, cómo usar esas reglas para mover sus fichas y ganar, ser ella misma y decidir en su destino. Tenía vida de princesa, pero no una vida libre ni gobierno sobre su persona. En el ajedrez hallamos la gran metáfora de la libertad.
 

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