Espadas y plumas

Por Olga Rodríguez Ulloa
Fuente: Correo, Lima 25/02/06

Capital del imperio incaico, merecedora de odas y en estos días albergue cosmopolita de extranjeros de toda laya, sin contar por supuesto un gran sector de limeños que ha visto en ella un refugio, al mismo tiempo, de intensidad urbana y armonía cósmica (como señalara una despreocupada chica en el comercial de una conocida síquica), la ciudad del Cusco es, y ha sido siempre, un hervidero de gente y pasiones. Allí transcurre la segunda novela del escritor Luis Nieto Degregori: Asesinato en la Gran Ciudad del Cuzco.

El libro cuenta los excesos de Diego Ezquivel padre, marqués de Valleumbroso; del hijo, El mozo; y las tribulaciones del nieto natural, Diego, cura y cronista. Los dos primeros, criollos poderosos, cuya palabra era la verdadera ley en la urbe y quienes se granjearon la antipatía y el odio de las autoridades peninsulares.

Las tensiones mayores se centrarán en el religioso, quien desde su calidad de clérigo e hijo del patriarca y mayor trasgresor del Cusco registrará pusilánimemente los hechos que le tocaron vivir, confundido por su deseo de verdad y el amor-odio hacia un progenitor que lo trata con la punta del zapato y lo tilda de ‘curita’.

Los personajes ensayan teorías acerca del carácter de la ciudad. Se menciona en reiteradas ocasiones el servilismo de los cusqueños, su propensión a hacer leña del árbol caído y su ligereza para dejarse arrastrar por sentimientos tan bajos como la envidia. No se excluye de este tipo de reflexiones a los habitantes españoles, se desliza, pues, la idea de que es la ciudad, sus incontables tesoros y la convivencia de castas tan excluyentes –lingüísticamente incluso– aquello que enrarece el ambiente, desata desencuentros, produce violencia y dolor.

Sea como fuere la historia de esta ciudad es rica en episodios de entraña literaria. Son tales los antagonismos y tan peculiares las maneras de “resolverlos” que es fácil de comprender que el buen ojo de Nieto se haya internado en ella y en el Archivo de Indias de Sevilla.

Los sucesos de Asesinato... poseen imágenes fuertes y diálogos esclarecedores, en tanto evidencian una conciencia de casta, la mayoría de las oportunidades, ruin y aplastante. Es duro enfrentarse a un racismo y clasismo tan directos y avasalladores. No obstante, resulta más que productivo tenerlos presentes, sobre todo hoy, en una sociedad tan apañadora como la nuestra, que maneja desde la política discursos que apelan a la inclusión, pero que en la práctica, y aun en la ley, perpetúan un legado de distancia, recelo y abandono.
 

Título: Asesinato en la Gran Ciudad del Cuzco
Autor: Luis Nieto Degregori
Editorial: Grupo Norma (302 pp.)