Fernando Iwasaki
Iwasaki explora el dolor en la historia de su última novela
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Fuente: La República 27/05/05
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Neguijón, además de ser el nombre de un gusano que se creía en los siglos XVI y XVII causante de los males dentales, es también el título de la nueva novela de Fernando Iwasaki quien, a través de la ficción, hace 'una reflexión sobre el dolor y su evolución a lo largo de la historia'. 'En apenas 40 años casi hemos neutralizado el dolor', afirmó Iwasaki en una entrevista con EFE, en la que explicó que la concepción actual es ya diametralmente opuesta a cuando él era niño en Lima 'y el torno del dentista iba a pedales y sin anestesia'.
El libro nació de un escrupuloso proceso de documentación para una tesis sobre el pensamiento en el Perú del siglo XVI y XVII, que permaneció 'en un cajón' hasta que Neguijón (Alfaguara) vio la luz, convirtiéndose paulatinamente 'más en un estudio sobre la dentalidad que sobre la mentalidad, aunque como se ve, todo va muy unido', afirmó el autor.
Sacamuelas colonial
A través de la historia de un sacamuelas sevillano que llega hasta el virreinato del Perú huyendo de la Inquisición y que pone todo su empeño en buscar a ese 'pequeño y peludo' gusano, que taladra las muelas y anida en las encías, Iwasaki retrata las peculiares costumbres de una sociedad en la que subyacen siempre unas férreas creencias religiosas.
La iglesia, que según Iwasaki, era consciente de que los grandes males de la salud acababan por atacar a sus feligreses, dispuso 'tres dolores con licencia para blasfemar': el de muelas, el de cólico nefrítico y el de almorranas.
La acción recae además sobre otros tres importantes personajes y que, tras llegar a Perú procedentes de una cárcel sevillana, se encontrarán en la cola del matasanos. Son el caballero Valenzuela -gentil hombre de Lopera-; el librero Linares, una auténtica biblioteca mental del Siglo de Oro; y el capellán Tortajada, quien hace apreciaciones sobre lo que se puede o no leer según la divina ley.
'Me hacía ilusión sugerir que la mariposa hispanoamericana del realismo mágico alguna vez fue gusano barroco español', explicó el escritor.
Para ello, a lo largo de la trama se mencionan disparatados remedios documentados sobre cómo curar las almorranas 'con cauterios de plomo derretido y vitriolos romanos' o cómo subsanar los problemas de próstata, 'debidos a la aparición de carnosidades, por lo que había que abrir camino en el pene con varillas untadas en aceite de almendras', dijo Iwasaki.