Jorge Díaz Herrera
"El arte nos descubre y nos desenmascara"

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Fuente: Peru21, Lima 24/10/06

"Nací en Cajamarca por accidente, aunque mi sensibilidad es provinciana, pero no por ello menos universal", nos dice Jorge Díaz Herrera. Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, presentó hace unos días Alforja de ciego (Editorial San Marcos), un libro de breves y brevísimos relatos cuya primera edición salió en 1979. Releer estos textos, casi treinta años después, nos revela las bondades como narrador de Díaz Herrera y nos permite comprobar que Alforja de ciego ha superado la barrera del tiempo.
 

La frase 'alforja de ciego' la entiendo como recipiente de lo inclasificable. ¿Este es un libro de 'cuentos'?
Yo no soy partidario de las categorizaciones en la literatura. Les digo cuentos porque, porque no encuentro otra forma de llamarlos y porque creo que es lo que son. En un inicio, este era un libro voluminoso que yo siempre lo llevaba a cuestas. Pero lo reduje, lo podé, cuando me dejé seducir por el chiste popular, sobre todo el francés que se caracteriza por su precisión, por su 'efectismo' y porque algunos están hechos para llorar.

¿Quiere hacernos llorar o pensar?
Yo creo que el arte que no engrandece la naturaleza humana no sirve para nada. Esta no es una concepción moralista. Yo no lo soy; en todo caso, lo soy conmigo mismo.

¿Nos hace más lúcidos, mejores?
Más conscientes de nosotros mismos y de nuestro entorno. O nos hunde o nos eleva. El arte es un arma de muchos filos: sirve para el bien y para el mal. Es mentira que todos los libros son buenos. Los hay buenos, malos y prescindibles.

¿Qué lo motivó a la reedición?
No es propiamente una reedición. Alforja de ciego tiene mucho del 'cuerpo' anterior, pero muchas variantes. He abandonado algunos cuentos, he sumado otros y les he dado una mirada nueva a todos. Hasta hace poco yo decía que solo reeditaban aquellos a quienes se les había acabado el carbón. He tenido que cumplir 60 años para darme cuenta de que estaba equivocado. Ahora sé, con certeza, que un buen escritor puede reeditar y crear a la vez.

¿Es cierto que publicar el libro le trajo problemas con sus amigos?
La literatura es ficción, y la ficción que pasa desapercibida es inocua. Muchos, en el momento, se sintieron tocados. Lo más raro es que aquellos cuentos en los cuales quise acercarme más a la realidad fueron catalogados de 'inventados'. En cambio, en los que fui 'imaginativo' fueron llamados 'realistas'. Las personas que me criticaron no tenían claro que el arte y la literatura sirven para 'descubrir y desenmascarar'.

¿Siempre escribe relatos brevísimos?
Siempre. Incluso como un respiradero a las tensiones que crean las obras largas. Yo soy poeta, dramaturgo, novelista y ensayista. Curiosamente, mi ensayo El humor en la poesía de Vallejo me trajo más problemas que Alforja. En el Perú ha primado una mirada sociológica de la literatura; cuando ésta es arte, es una construcción estética. Por ejemplo, fue absurdo el debate entre escritores andinos y costeños. El arte es universal o no es nada.

¿El arte puede mentir?
La literatura es ficción y no mentira. La ficción literaria expresa la libertad del ser humano. La mentira es el trastrocamiento de la verdad para un ser mezquino. Un escritor no puede ser un mentiroso: es un creador. Un escritor puede ser un malvado, un cretino, pero cuando escribe no miente. Una cosa es la biografía; otra, la poética. La verdad y la mentira pertenecen a la ética; la ficción, a la estética.

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