Alfredo Bryce Echenique
La travesía de un escritor La travesía de un escritor

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Fuente: Dominical. El Comercio, Lima 08/01/07

La reedición de sus cuentos completos permite un reencuentro con la narrativa de Bryce.

Es la cuarta vez que se reúnen todos los cuentos de Alfredo Bryce. Las editoriales Mosca Azul (1981), Alianza Editorial (1981) y Alfaguara (1995) agruparon anteriormente sus relatos. Ahora, en coedición con el Grupo Planeta, Peisa lanza dos tomos que reúnen cuatro libros: desde
Huerto cerrado (1968) hasta Guía triste de París (1999).
 

Poco antes de alcanzar la celebridad, Bryce Echenique publicó Huerto cerrado, título sugerido por su amigo y colega Julio Ramón Ribeyro, volumen que obtuvo una mención especial en el concurso de la Casa de las Américas, de La Habana. Ya en el cuento "Con Jimmy en Paracas" se evidencia un estilo propio, una muestra de su particular humor y estilo coloquial. El autor ha declarado repetidas veces que esa libertad para escribir frases largas y párrafos en aparente desorden, se lo debe al argentino Julio Cortázar. Como los restantes del libro, este relato es protagonizado por Manolo.

Otro estupendo cuento es "Yo soy el rey", que transcurre en un prostíbulo de la avenida Colonial, con bolero "chuchumequero" de fondo. Salvo "Dos indios", todos los cuentos se ambientan en Lima. En ciertas ocasiones los personajes escapan a Chosica y Chaclacayo, distritos a los que van en busca de sol, escenarios recurrentes en futuros relatos.

El conjunto permite mostrarnos a Manolo cuando se asombra de tener un compañero del colegio homosexual, le declara su amor por primera vez a una chica, estudia en un colegio interno de corte inglés en Chosica, visita un burdel, desflora -ya universitario- a una ingenua y bella adolescente, vive en Roma en busca de bellas actrices italianas, decide volver al Perú por compromiso social y, finalmente, vaga por las calles limeñas enloquecido. Es decir, desde su infancia hasta la adultez.


El humorista está triste

Los dos libros siguientes los perdió el autor en sus diversas mudanzas, por lo que tuvo que reescribirlos. La felicidad ja ja (1974), título que tomó de una canción del argentino Palito Ortega, es de lejos su mejor volumen de cuentos. Entre las joyas que ofrece se encuentra "Eisenhower y la Tiqui-tiqui-tín", que es el monólogo desde un bar de mala muerte de un ex estudiante de Derecho, incapaz de realizar un embargo a un viejo compañero de colegio. De un inadaptado tanto arriba como abajo, heredero de un nombre que le quedaba grande, hundido en el fracaso social, económico.

A diferencia del relato anterior, en "Baby Schiaffino" hallamos un personaje triunfador en el campo profesional, pero un fracasado en el terreno amoroso. Es la historia de Taquito Carrillo, eterno enamorado de la chica que da título al cuento, una hermosa rubia de ojos verdes. El joven que abrazó a los enamorados de la muchacha por quien se desvivía, conversó con ellos y los vio partir cada noche con el fruto deseado.

De muy diversos temas, el libro exhibe algunos rasgos personales del autor: el descendiente de un presidente de la República, el pobre profesor de castellano en París, el amante de la buena bebida y de la tauromaquia. La felicidad ja ja le ayudó a superar una fuerte depresión a Bryce tras el enorme éxito de su primera novela. Es significativo que el título primigenio fue El humorista está triste.


Los más recientes

En Magdalena peruana y otros cuentos (1986) se acentúa el interés por ambientar relatos en el extranjero. Nueva York, México, París. Un relato parisino es "El breve retorno de Florence este otoño", continuación de "Florence y Nós três", del volumen anterior. También "Una carta a Martín Romaña", que intenta aclarar algunos aspectos de un personaje de La vida exagerada de Martín Romaña (1981).

El más valioso relato del tercer libro es "A veces te quiero mucho siempre", cuyo protagonista -como varios personajes bryceanos- tiene una pareja jovencísima y vive de recuerdos. Aquí se ofrece una historia que sería contada con variantes en "El carísimo asesinato de Juan Domingo Perón", del siguiente libro: Guía triste de París.

Pero esa comunicación con otros libros suyos es una constante: el protagonista de "¡Al agua patos!" y "Desorden en la casita", del segundo y tercer libro de cuentos respectivamente, es muy parecido al personaje principal de Un mundo para Julius (1970), pues volvemos al niño que pierde a su hermana por una enfermedad y que es amigo de la servidumbre. "Lola Beltrán in concert", de Guía triste de París, tiene mucho en común con "Sinatra y violeta para tus pies".

Bryce explica que seis relatos de su cuarto volumen de cuentos tienen su origen en seis crónicas publicadas. ¿Es signo de agotamiento? Sin embargo, ahí tenemos el estupendo "Retrato de escritor con gato negro", también con final inesperado.
 

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