Santa Cruz de Tenerife.- El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique cree que la mitología sobre América impide a Europa conocer la realidad latinoamericana, que se ha leído "con ojos y libros europeos alimentados por la literatura de los conquistadores", asombrados por un continente que no entendían.

 
Mítica Latinoamérica

El autor de El huerto de mi amada, con la que ganó el premio Planeta en el 2002, dijo ayer en rueda de prensa que aunque los europeos muestran "ansias de comprensión" por América Latina, en este campo todavía "hay una lucha por hacer" porque la mitología "impide muchas veces ver el continente".

Estos mitos proceden de la época de Montesquieu y su teoría sobre "el buen salvaje" o la leyenda sobre El Dorado, asegura Bryce Echenique, quien opina que incluso los propios americanos han leído su continente a través de los ojos de los conquistadores "absolutamente asombrados por árboles, peligros, enfermedades y dimensiones que nunca habían visto" en Europa.

Por ello el escritor nacido en Lima en 1939 considera que iniciativas como los Diálogos con América organizados por el gobierno regional de las islas Canarias, y en los que participó ayer, sirven "de aclaración y puntualización de la realidad".

"Tenemos un pensamiento maduro"

El autor de La amigdalitis de Tarzán ironiza además sobre el hecho de que "en general se piensa que los escritores sabemos de todo y respondemos a todas las preguntas que se nos puedan hacer", lo que ha vivido "en carne propia" al ser interrogado por la prensa por medidas económicas del gobierno peruano que ni siquiera conocía.

A su juicio, esto se explica por el hecho de que "el primer pensamiento maduro de América Latina" es el artístico, lo que se ha logrado a partir del momento en que se utiliza "un idioma que no se ha robado a nadie y en una escritura que no se plagia de nadie".

En una época los latinoamericanos quisieron hablar como los españoles y escribir como los franceses, y eso siempre termina "en un golpe de Estado", puntualiza Bryce Echenique.
Los latinoamericanos carecen de pensamiento filosófico o discurso histórico propios, pues los partidos comunistas han sido pro chinos o pro soviéticos, y el primer discurso real de América Latina hablando de ella misma fue el de los precursores de la gran novela latinoamericana.
Entre estos precursores citó a Rubén Darío y Pablo Neruda para pasar a Borges, Cortázar, Vargas Llosa o García Márquez y generaciones más jóvenes en las que se ha instalado otro discurso "que es el de las clases medias y la ciudad, ya que antes la novela era del indio y del campo, que ahora está casi abandonado".

"Los artistas y escritores latinoamericanos tenemos un pensamiento maduro en un terreno que aún no ha encontrado un pensamiento ni político ni filosófico y por ello en Latinoamérica los quieren convertir en candidatos a presidente de la República y así terminamos", añadió.
Al respecto, recordó los intereses políticos de Neruda, Miguel Ángel Asturias o Vargas Llosa y apuntó que a los escritores "nos mandan como conejillos de indias y terminamos fundando un partido".

Bryce Echenique, galardonado con el Premio Nacional de Narrativa en 1998, consideró que quizás es responsable de una millonésima parte de ese discurso de la madurez latinoamericana, aunque precisó también "que hay que sospechar de la literatura en cuanto le ponen algún adjetivo al lado".

El escritor se enfrenta al espeso bosque de la realidad "y punto", subrayó el creador de Un mundo para Julius, quien apuntó que "se quiso autoextirpar a Europa y después me extirpé a Perú y encontré el horror de la dictadura de Fujimori, el sistema policial de Montesinos y el envilecimiento de las clases populares".

En su opinión, el régimen de Fujimori "aún zapatea y da manotazos en la democracia peruana".