Por Manuel Eráusquin
Fuente: Correo, Lima 22/10/06
Con Puta linda (Planeta, 2006), Fernando Ampuero se reencuentra con su viejo amor literario después de varios años: la novela. Aquí los protagonistas tendrán como mejor virtud su inocencia; aunque sea en una realidad tan emputecida como la nuestra.
Correo: ¿Cómo se presenta en ti este interés de querer contar una historia a través de una prostituta?
Fernando Ampuero: De alguna manera es un reto que me impuse, pero el libro plantea una historia que tiene dos aspectos centrales: el primero es el proceso creativo a través de dos muchachos miraflorinos, ambos aspirantes a escritores. El segundo tiene que ver con el personaje de una bella muchacha, que es una prostituta llamada Noemí. Pero hay algo que quisiera destacar debido a que es importante en la concepción creativa de esta novela: casi nunca, tomando en cuenta toda mi obra narrativa, he colocado personajes que sean escritores, un recurso que es válido y muy habitual en todos los escritores del mundo, pero esta es la primera vez que yo decido hacerlo en un rol más o menos protagónico, y lo digo de esta manera porque Noemí es el personaje principal de la historia.
C: ¿Y qué te motivó a encarar la novela de esta manera?
FA: Lo que ocurre es que deseaba confrontar dos tipos de personalidades que encarnaban una vocación. La de los jóvenes escritores y la de la muchacha con vocación de puta. Como planteamiento, el tema era bastante difícil, porque la prostituta como personaje es quizá el más fatigado y socorrido de la literatura. Además es una figura que ha sido representada en diversos géneros creativos, como el teatro, el cine o las telenovelas. Por eso tenía que encontrar una manera de hacer algo distinto con un personaje de esas características.
C: ¿Cómo resolviste ese problema creativo?
FA: Frente a esa situación de planteamiento literario, pensé qué variación podía hacer yo para que esta novela sea distinta; a partir de esa interrogante me propuse contar la historia de este personaje amoral, y amoral en el sentido de que no había tenido una educación suficientemente sólida. Ella vivía en un contexto de marginalidad en una playa del norte a diez kilómetros del pueblo más cercano, aunque de alguna manera este personaje refleja la situación del Perú, un país de moral bastante relajada, pero poseedor de un optimismo incólume. Noemí es así: relajada moralmente pero optimista. No se hace cuestionamientos.
C: En todo caso, Noemí es un personaje que a pesar de la dureza de su vida no ha perdido la ternura.
FA: Sí, yo creo que Noemí tiene una ternura demoledora, que está subyacente en toda su conducta a pesar de toda la dureza a la que le obliga su oficio. Ella poco a poco empieza a mostrar esa ternura en la evocación de su vida, y por supuesto en la relación que va creciendo entre ella y Luis Alberto, el personaje que la busca para escucharla y convertirse en escritor.
C: Otro aspecto importante de la novela es el tiempo en el que transcurre: 1992, el comienzo de las fechorías del fujimontesinismo.
FA: Bueno, lo que sucede es que esta prostituta hace fortuna con la plata proveniente de la corrupción, muchos de sus clientes eran milicos corrompidos. En ese sentido, establecí dos cosas: primero, la prostituta es un personaje maravilloso cuando es una prostituta de vocación, cuando es alguien que pastorea la desesperación de los hombres y les alivia la soledad. Segundo, como personaje social y político vive un clima emputecido, que es el ambiente en el que vive el país durante la dictadura de Fujimori y Montesinos. Y lo que presento es un personaje inocente, no es una persona que se haga planteamientos morales y éticos. Ella vive con total naturalidad las cosas que le van sucediendo en la vida.
Ampuero y las mujeres
C: Tú tienes un aura de seductor, y basta de hipocresías: tú eres un playboy.
FA: No, esa es una mala fama que me han querido hacer, y durante mucho tiempo me han querido estigmatizar con que si soy un playboy o un seductor. Esta leyenda tiene su origen en mis fracasos amorosos y, como yo he insistido en el amor, en mi vida sentimental se han acumulado, digamos, mis romances. Sin embargo, yo soy una persona cada vez más discreta, no sé por qué piensan eso. En todo caso, como jefe de una unidad de investigación, exijo que muestren pruebas, por favor (risas).