La experiencia de ser hombre está definida en constante contrapunto con un referente que algunas han llamado modelo hegemónico de masculinidad. Este modelo presenta a los hombres como autosuficientes, fuertes, seductores con las mujeres y poco emotivos. A lo largo del tiempo, estos elementos van aportando las bases para el desarrollo de una identidad masculina: para ser un "hombre de verdad" hay que convencerse y convencer a los demás de tres cosas: que no es una mujer, que no es un niño y que no es homosexual. En el caso del Perú son pocos los estudios empíricos que se han ocupado de la masculinidad, pero se están encontrando cosas interesantes y discursos de masculinidad que funcionan y existen en paralelo. El hablar de múltiples masculinidades nos remite a pensar un proceso de adaptación de los varones hacia los múltiples cambios que están operando en un mundo globalizado y que comienzan a desestabilizar la llamada identidad masculina. Desde inicios de la década de los 90, se ha ido configurando un fenómeno sociológico que resulta novedoso por lo masivo del discurso mediático que lo describe y por la atención que esta generando el varón y la masculinidad está en crisis. ¿Qué nuevas masculinidades se están conformando? ¿Cabría afirmar que los procesos globales se repiten aquí? En búsqueda de respuestas a estas y a otras preguntas se realizó esta investigación.