Una de las grandes obsesiones de la poesía es el cuerpo. Alberto Valdivia indaga, en Patología, por la dinámica del cuerpo enfermo. Se trata de una escritura expresionista que, a borbotones, nos sugiere el funcionamiento de líquidos, hormonas, mareos y síntomas. Es que las manifestaciones orgánicas revelan una introspección enriquecedora y el camino hacia la sabiduría.