Ukamara. Ojo de serpiente es territorio del mito y lenguaje que emerge como historia desconocida, por momentos hiriente. Se caracteriza por una prosa poética desde donde la palabra se impone como río en la que navegamos o como lluvia baja cual caminamos. Es testamento y memoria. Las imágenes poéticas limpian la bruma del olvido y, al mismo tiempo, la perversidad de la pandemia (y la otra de destrucción, matanza y miseria para los indígenas) para hermanarnos con la naturaleza. De allí la trascendencia del mito que envuelve a esta poesía, en la que confluye la experiencia de Urkututu, el núcleo más importante de los 80 en la Amazonía peruana. El autor nos lleva por ese universo poético donde reinventa el mito y se posesiona de una voz en la que se deja escuchar, sin atajos, el texto como conocimiento y como memoria indígena y ribereña.

Reyes Ramírez nos entrega un libro que va del mito a los orígenes; es la historia de ribereños, de su gente -en la ciudad o en el futuro-; en una suerte de ritual de la memoria amazónica. Ukumara. Ojo de serpiente es de esos poemarios que son río y bosque, vida y sueño, pulsión y sentido, desbordes de emociones que pelean por una humanidad que se reencuentre y que apueste por un futuro justo y amable consigo, con los otros y la naturaleza. “Ningún pueblo resiste a ser feliz. La felicidad es irrepetible y perturbadora”. (Gonzalo Espino Relucé)