Un terrible crimen cometido en los años cincuenta, en la calurosa ciudad de Iquitos, es lo que se cuenta en la presente historia, con todos los ingredientes de un relato policial. La amistosa confianza, la presunta camaradería, no es óbice para que los malos pensamientos y la ambición salgan a relucir, y el instinto asesino surja como un impulso bestial, capaz de sorprender a cualquiera debido a la crueldad con la que se suscitan los hechos. No hay pistas ni datos que revelen la oscura naturaleza del criminal, hasta que una simple chispa, un problema que conlleva a la impaciencia, inicie el fuego de la transformación que hará de las facciones de supuesta inocencia y bondad una simple mascarada. ¿Quién gobierna en realidad el interior de un hombre desesperado, confuso, ciego, atrapado en circunstancias adversas? Dicha interrogante, entre otras cosas, es lo que esta novela plantea y trata de responder.