Cada vez parecen más habituales los libros que abordan nuestra historia política reciente, casi casi inmediata (los dos publicados el año pasado sobre el presidente Martín Vizcarra son el mejor ejemplo). Su valor es que logran sumergirse en las aguas que la información periodística diaria solo cubre de forma superficial. Y lo hacen por medio del análisis sesudo, del contraste de opiniones, de la utilización de data y de la capacidad para meditar en frío lo que suele discutirse entre el acaloramiento y la agitación.

De la disolución del Congreso ocurrida el 30 de setiembre –último terremoto político del que tenemos registro–, los cuatro autores reunidos han realizado diferentes aproximaciones, con el objetivo de estudiar el acontecimiento en toda su compleja dimensión. Pues si Requena traza la crónica pormenorizada de lo que fue el descalabro, Sablich más bien apunta a la discusión de los constitucionalistas, tan divididos entre formalismos e interpretaciones; y si Huertas reflexiona sobre el supuesto obstruccionismo que colocó al Legislativo y el Ejecutivo en un punto irreconciliable, Meléndez opta por radiografiar las dinámicas de la política regional, un escenario que aún nos resulta ajeno y desde el cual surgió la figura de Vizcarra, el presidente que terminó por poner en jaque al parlamento.

Leídos en conjunto, los textos ayudan a elucidar las razones de estos casi cuatro meses en que estuvimos sin Congreso. Conviene aprender de esa lección.